Un colegio comprometido hasta el último pelo

El CPI O Toural realiza una sesión de recogida de pelo en favor de Mechones Solidarios y Adicam O Morrazo, que se saldó con 30 donaciones de toda la comunidad escolar, desde alumnas hasta maestras y políticas locales

Una panorámica de la peluquería en las aulas. DAVID FREIRE - CPI O Toural
photo_camera Una panorámica de la peluquería en las aulas. DAVID FREIRE

Cortarse el pelo y así ayudar a realizar una peluca con el que los o las enfermas de cáncer lucharán contra una de las secuelas de la medicación, la pérdida de cabello y sus consecuencias en la rutina diaria y en la autoestima. Algo que se resume con tanta facilidad no es un acto sencillo. Al menos, así lo creían en el CPI O Toural, en Vilaboa, en donde este lunes se comprobó que la solidaridad del alumnado supera siempre con creces las expectativas de sus maestros.

El centro convocó una jornada de donación de pelo, enmarcada dentro de su proyecto piloto Comprométete, en el que los alumnos de tercero de la ESO, y, por extensión, el resto de la comunidad escolar, están trabajando en distintas causas solidarias y de cooperación durante todo el curso, al abrigo de los planes Proxecta de la Consellería de Educación y bajo las consignas de la Red de Escuelas Unesco, a la que pertenecen.

La sesión de donaciones para contribuir a la causa contra el cáncer se inició sobre las 10.00 horas. La idea del profesorado era la de lograr unas diez donaciones de las alumnas y alumnos más implicados. Para ello, contaron con un aula multiusos reconvertida en peluquería y con la colaboración Celeste y Patricia, dos profesionales -que a la vez son madres de alumnos del centro- y que aprovecharon su día libre para ir a echar una mano con la causa. Al final de la jornada, más de 20 estudiantes se habían pasado por la improvisada peluquería del centro escolar y, entre esta participación, la de otras vecinas y miembros de la comunidad escolar (e, incluso, la de políticas del Concello, como la teniente de alcalde, Ornela Fernández Salgado), se reunieron unas 30 trenzas, de entre 20 y 30 centímetros de longitud, cumpliendo con los criterios técnicos para la elaboración de pelucas especiales para personas con cáncer. La propia directora del centro, Cristina González, reconoció que "non pensabamos que ía ter tanta repercusión a iniciativa", que despertó el interés de niñas de Primaria e, incluso, de las parejas de algunos profesores del colegio.

Leire, que donó todo su pelo. DAVID FREIRE - CPI O Toural
Leire donó todo su pelo. DAVID FREIRE
 

Los ejemplos solidarios abundaron, desde el de Leire Gil, una alumna de 3º de ESO, procedente de Figueirido "que se implica en todas as causas", que, para poder donar una cabellera de 30 centímetros, renunció a su melena y se rapó al tres; hasta el de las niñas de Primaria, como Fátima y Aitana, que recibieron el aplauso de sus compañeros de clase, cuando las vieron reaparecer, desprovistas de sus largas melenas y tras sufrir lo que, para ellas, a su corta edad es "un gran cambio".

Entre las alumnas que se sumaron a la causa estaban Silvia, Alba, Elisa y Nerea, un grupo de 4º de ESO, que reconoce que les costó deshacerse de su melena por debajo de los hombros. Cada una donó una trenza de unos 25 centímetros e inmortalizaron el momento con un selfie. "Así estamos mejor. Nos sentimos mejor", explicó una de ellas, mientras otra reconocía que le hubiese sido difícil no participar después de ver los vídeos informativos que difundieron los alumnos de 3º de ESO. "Esa es la única parte en la que participaron los alumnos, en esta ocasión, pues muy pocos tienen el pelo largo", apuntó la jefa de estudios de la sección de Secundaria, Beatriz Sampedro.

Tanto ella como la directora fueron de las primeras en sentarse en las sillas de la peluquería de mechones solidarios, por la que pasó, incluso, la hermana menor de una de las alumnas, de seis años de edad.

Más proyectos solidarios en el CPI O Toural

Patines para Etiopía. Los alumnos recogieron patines y los donaron a la ONG del proyecto Patinar en Etiopía.

Mantas a París. La comunidad escolar tejió mantas y las enviaron a un grupo de ayuda a los inmigrantes acampados en Quai d'Austerlitz, París.

Bizcochos en Navidad. Realizaron más de 20 bizcochos caseros, que se entregaron en Navidad al comedor de San Francisco.

En Gambia. Los alumnos realizaron pulseras que vendieron en un mercadillo celebrado e 30 de enero. Los 500 euros de recaudación se destinaron a material para una escuela en Abdulai, Gambia.

Al Sahara. Alumnos voluntarios rellenaron cajas con regalos, libros y ropa que compraron ellos mismos se destinaron a niños de los campamentos del Sahara.

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