El Concello lanza una nueva ofensiva contra la ampliación de la Estación Depuradora de Augas Residuais (EDAR) de Os Praceres. Y lo hace en forma de alegaciones que dan respuesta al inicio de la tramitación ambiental con la que la Xunta prevé aumentar el tamaño de la instalación hidráulica, que en la actualidad trata las aguas residuales de Pontevedra, Poio, Marín y parte de Vilaboa.
El informe elaborado por los servicios municipales cuestionan el proyecto diseñado por el Gobierno gallego a través de seis puntos. El primer hace referencia a la fórmula administrativa utilizada para sacar adelante la obra. Se rechaza que la evaluación ambiental se haga por un procedimiento simplificado, lo que agilizaría los plazos.
La Oficina Técnica de Medio Ambiente del Concello considera que la ampliación de la EDAR supone un cambio significativo de la actual estación, por lo que defiende que el proceso a seguir debe ser el de la evaluación del impacto ambiental por la vía ordinaria, que llevaría más tiempo.
La segunda reclamación se centra en los vertidos industriales que llegan a la depuradora a través del Puerto de Marín. Entre ellos figurarían restos de empresas alimentarias y agua salada. Por este motivo, se aconseja que este tipo de efluentes tengan un tratamiento anterior, en el muelle, antes de entrar en la EDAR.
La tercera solicitud gira en torno al plan de integración paisajística. En este apartado, las consideraciones técnicas son más contundentes. Se critica que la Xunta haya creado una "infografía ou simulación virtual da situación futura para dar a impresión de que a instalación desaparecería á vista dende os terreos lindantes". Lo que se reprocha es que no se hayan tenido en cuenta las dimensiones de los edificios y estructuras con el espacio real y que se eligiesen especies arbóreas que, en ningún caso, ocultarían la EDAR. "Son especies de folla caduca, polo que gran parte do ano, esta pantalla (vegetal) estaría descuberta", señala la alegación municipal, que considera esta propuesta como un "elemento ficticio" y "totalmente idealizado".
El cuarto reproche se centra en la creación de un nuevo campo de fútbol en Os Praceres, una instalación que Costas ya prohibió en 2015. En este caso, los técnicos municipales señalan que la infraestructura no encajaría en el espacio disponible. "Se ademais se plantexan uns servizos mínimos para que o campo poida ser utilizado, como vestiarios ou gradas, a situación é aínda moito máis difícil", se añade.
El quinto punto de la alegación recuerda que el trámite de la Xunta no ha tenido en cuenta el impacto atmosférico (olores y ruidos) de la depuradora ampliada. Y el sexto insta al Gobierno gallego a plantear alternativas al aumento del tamaño de la EDAR. Entre ellas se esboza una posibilidad: crear depuradoras en los concellos de la ría, tal y como defiende Pontevedra.
La edil del Ciclo da Auga, Carme da Silva, instó al Ejecutivo autonómico a retirar el proyecto y a aclarar qué destino tendrá el viejo emisario submarino cuando se construya el nuevo. Esta pregunta también forma parte de otro expediente que el Concello ha enviado a Augas de Galicia, a la que exige que se especifique qué ocurrirá con el efluente de Ence. Este ha sido omitido en el proceso de autorización de los vertidos a la ría. "A tramitación é opaca", subrayó Da Silva.
