Los tres acusados por el atraco a un banco en A Cañiza en 2010, en el que murió un agente de la Guardia Civil han sido condenados a penas de más de 24 años cada uno, y que entre todas suman los 76, por la Audiencia Provincial de Pontevedra.
En concreto, J.V.C. ha recibido una condena de 27 años de cárcel por el homicidio del agente fallecido y el intento de homicidio del que sobrevivió; por tentativa de robo con intimidación y tenencia ilícita de armas.
Los otros dos condenados, J.A.M.M. y F.C.P, han sido condenados por los mismos delitos con una pena que suma 24,5 años de prisión para cada uno.
Los magistrados de la Audiencia Provincial de Pontevedra han asumido por entero la postura de la Fiscalía y han considerado responsables a los tres de todos los hechos, siguiendo la interpretación de que todos tenían el "dominio de hecho" durante el atraco.
En la misma línea argumental, el tribunal asegura que las consecuencias de sus actos, entre ellas la eventual muerte de un agente, formaban parte de las "desviaciones previsibles" que cabe imaginar en operaciones como la de saquear una sucursal bancaria provista de alarma.
De este modo, se imponen condenas similares tanto para el acusado que disparó al agente que acabó falleciendo y a su compañero, como para el que esperaba con el coche fuera del edificio.
La sentencia prima las declaraciones de los acusados durante la instrucción, mucho más descriptivas de los hechos que las que emitieron durante la vista oral, y rechaza la tesis de la defensa de que el disparo se produjo por un "forcejeo" entre delincuentes y agentes del orden, en base a las pruebas periciales de balística.
La resolución también desdeña las atenuantes que invocaron los acusados de estar bajo los efectos de las drogas.
Además de la pena de prisión, los condenados deberán indemnizar solidariamente con 140.000 euros a la viuda del agente fallecido, 70.000 para cada uno de sus tres hijos menores y 11.000 para el agente que sobrevivió.
