El covid-19 dispara el consumo de productos frescos más de un 20%

Manzanas, tomates, cítricos y carnes blancas protagonizan una cesta de la compra que persigue "más calidad" ►Productos como las naranjas de zumo han incrementado su precio hasta un 50%
La sección de frutas y verduras de Supermercados Froiz es de las más visitadas. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera La sección de frutas y verduras de Supermercados Froiz es de las más visitadas. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La llegada y el desarrollo de la pandemia ha traído consigo nuevos hábitos que han cambiado por completo las costumbres del consumidor y que, por lo tanto, han repercutido en la cesta de la compra en dos momentos que han sido clave para la industria. Por una parte, en los primeros días del confinamiento, los productos básicos y de primera necesidad como leche, agua, pasta, arroz, harina, papel higiénico y productos desinfectantes como lejía, toallitas, guantes o geles fueron los más demandados, llegando a provocar un desabastecimiento puntual en determinado tipo de marcas, que se han ido sustituyendo por otras. Tras las primeras semanas de las llamadas compras de acopio, el consumo se estabilizó y pasó a centrarse más en el día a día del hogar, disparando la venta de productos frescos, como es el caso de las frutas y verduras, hasta llegar a producirse un incremento por encima del 20%, según los datos de Supermercados Froiz, que revelan una variación del crecimiento de la demanda de frutas, verduras y carnes que alcanzó crecimientos por encima de este valor en las primeras semanas o meses, y que se ha estabilizado en los últimos.

Entre los productos más solicitados, las manzanas, el tomate y los cítricos, especialmente las naranjas, además de pollo, cerdo y patatas, protagonizan ahora una cesta de la compra que persigue elementos "de calidad, que duren más en la despensa y propios de una compra más racional". Así lo explican desde Supermercados Froiz, que también destaca el auge de los denominados superalimentos, como es el caso del brócoli. Ahora se cocina más en casa y se prescinde de comer fuera debido a la sensación de inseguridad. La pandemia ha creado conciencia sobre los hábitos de vida saludables, y se persigue "una cesta más básica y tradicional". En ello coinciden también propietarios y dependientes de tiendas de barrio, como es el caso de Alberto Rey, de la pontevedresa La tienda de Raúl, quien ha notado el incremento en la demanda de "productos de casa". "Aquí tenemos manzanas de casa, y preguntan mucho por ellas. Antes podía caducar algún yogurt, o alguna fruta, y ahora no caduca nada de esto, la fruta de hueso es una de las más demandadas, y muchos de los nuevos clientes son gente que antes comía fuera de casa debido al trabajo, y que ahora han comenzado a comprar cerca", explica.

Los productos relacionados con la salud y artículos de repostería casera como harina, levadura, o condimentos culinarios y salsas también se han incorporado al día a día de los hogares. Tal y como indican desde Supermercados Froiz, la demanda de cerveza, vinos, refrescos y chocolates también ha crecido, a causa de la nueva tendencia de buscar alternativas para quedarse en casa, especialmente con el cierre del ocio nocturno y las restricciones en la hostelería. "No verán subiron as vendas porque moita xente optou por comer na casa. Descubrimos que se pode cociñar e que non todo é mercar cousas preparadas. Agora hai interese por buscar tamén un tipo de comida máis especial, e debido ás restriccións a xente reúnese menos nos locais de hostelería e máis na casa", explica desde la tienda gourmet pontevedresa Juncal su propietario, Roberto Juncal. "Ao conciñar na casa, a xente está coñecendo máis productos aos que antes non lles prestaba atención, como son os tipos de pasta, salsas chinas, fideos ou comida mexicana. Descubriron que moitos productos que antes consumían en restaurantes pódense tratar de imitar na casa, aínda que non sexa co mesmo nivel dun profesional", añade.

Breixo Graña, en Ponte Verde. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
Breixo Graña en su tienda, Ponte Verde. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
 

PRECIOS. El cambio de hábito, que ahora persigue el producto fresco y de calidad, unido a las dificultades de la producción, ha hecho que, a raíz de la demanda, determinados productos frescos vieran incrementado su precio, como es el caso de la naranja de zumo, cuyo valor de venta ha aumentado, de media, un 50%. "Ahora mismo la estoy vendiendo a 2,10 euros el kilo, el doble de precio que antes, lleva sin bajar un mes", señala Alberto Rey. El pimiento o el calabacín también han experimentado oscilaciones a lo largo del período marcado por el covid-19, y otros productos de temporada como la cereza han doblado también su precio, entre un 40% y un 50% más. "A causa del confinamiento no se pudo recoger a tiempo, y se ha acabado muy pronto. La fruta nunca ha estado tan cara como ahora", asegura el propietario de La tienda de Raúl.

En el caso de las grandes cadenas como Froiz, se ha optado por tratar de estabilizar los precios, salvo en el caso "de algún producto fresco de forma puntual". "Tanto los productores como los distribuidores estamos haciendo un gran esfuerzo para no trasladar al precio final del producto los gastos que ha generado la situación actual", explican desde la firma, en la que, sin embargo, los precios de productos como guantes y alcohol sí han aumentado, "debido a su fuerte demanda".

AHORRO. La búsqueda de productos promocionados y formatos ahorro es ahora más tendencia que nunca, lo que juega a favor de las grandes superficies. "As tendas pequenas non son tan económicas, a xente tírase ao barato e volve ao super porque o nivel adquisitivo é máis baixo", explica, desde la tienda de barrio Ponte Verde, Breixo Graña. "O que vén aquí busca calidade, e por iso funciona moi ben a venda do afumado e do salgado". En este sentido, tras el confinamiento, ha aumentado también el interés por la marca blanca en las grandes superficies. Desde Froiz explican que "el cliente seinclinará por la compra de productos básicos y naturales. Buscará el ahorro, por lo que se espera un incremento en las ventas de la marca propia y productos promocionados".

Crece el interés por lo autóctono

Martina Vieitez, vendedora de productos gallegos. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La búsqueda del producto fresco y de calidad generada a raíz de la pandemia ha despertado de forma muy significativa el interés por el producto gallego o de la propia huerta como sinónimo de estas garantías.

Las marcas ecológicas y autóctonas son ahora de las más perseguidas en determinado tipo de elementos, tal y como explica Martina Vieitez –en la imagen superior–, que distribuye a restaurantes, cafeterías y particulares. "Patés, marmeladas, galletas, mel, conservas e chocolate" son algunos de los que han despertado la curiosidad de la clientela en los últimos tiempos y por los que, aunque se espera que aumente su venta de cara a la Navidad, "últimamente recibo máis chamadas e correos de xente que se interesa por eles".

Los productos de huerta también son uno de los fuertes de la productora, que cultiva en Campo Lameiro para vender según la temporada. "Tomates, pementos, cabazas ou castañas" forman parte de su producción.

Desde Ponte Verde, Breixo Graña, que se dedica al producto autóctono como "legumes, viño, cosmética natural galega, polo da casa ou vaca vella", ha afianzado clientes durante la pandemia.

En el caso de grandes superficies como Froiz, han centrado sus esfuerzos en campañas como #Voudesúperfeirón o Merca producto fresco do mar.

Compra online. Un fenómeno que se consolida
El confinamiento ha potenciado las ventas online y los encargos a domicilio. Tanto en las grandes superficies como en el comercio de proximidad, el cliente redescubrió "un servizo que nós sempre tivemos, pero do que nunca se preocupara", explica desde Juncal, Roberto Juncal.

En su caso y en el de la también pontevedresa tienda Ponte Verde, los encargos por diferentes canales como teléfono o WhatsApp subieron más de un 50%.

El establecimiento local El Colmado Tienda Gourmet coincide en esta tendencia y en las grandes superficies como Froiz hubo que hacer "un gran esfuerzo logístico y humano por atender a estas compras y a los grupos más vulnerables", con el objetivo de hacer llegar el productos de calidad en un estado óptimo el día y hora acordado, a través de una logística propia.

Tras el confinamiento, todos los establecimientos coinciden en que encargos y compras online se han estabilizado. La gente compra menos veces y en más cantidad: una media de 2,2 veces por semana.

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