Crece la indignación al multiplicarse las aves muertas por el vertido aceitoso

Medio Ambiente "ingresó" a once ejemplares afectados en el Centro de Recuperación de Aves de Oleiros  Particulares y expertos localizan más de 30 cadáveres de frailecillos en la costa atlántica
Frailecillos muertos por el vertido. CEDIDA
photo_camera Frailecillos muertos por el vertido. SUSO REQUEJO

La denuncia realizada el lunes por el director del BDRI, el ecólogo Bruno Díaz López, por la cual se descubría que estaban llegando a la costa aves petroleadas, ha dado paso a un goteo de hallazgos realizados por los aficionados a la naturaleza que sitúan por encima de la treintena la cantidad de ejemplares de aves marinas muertas.

La Consellería de Medio Ambiente comunicó este martes la llegada de varias aves afectadas por una sustancia aceitosa que no sería chapapote. "Nas últimas xornadas téñense recollido exemplares de aves en varios areais afectados por un producto aceitoso, que a primeira vista non parece petróleo. Foron trasladados ao Centro de recuperación de Santa Cruz en Oleiros para aplicarlles os coidados necesarios", indica Medio Ambiente.

La Dirección Xeral de Patrimonio Natural contabilizó el ingreso de once animales vivos, "con signos de impregnación de graxa na plumaxe. Son exemplares de alcas, araos, frailecillos e gaivota tridáctila. Proceden de Malpica, Porto do Son, Ribeira, Valdoviño, Camariñas e a Illa de Sálvora", indican.

Con respecto a las aves muertas, estas han ido apareciendo en A Lanzada (14), en Sanxenxo (3) y en distintos puntos de Nigrán (Playa de Patos y Playa América (4), Corrubedo (2) y Carnota (6), de modo que se calcula que hay más de 30 víctimas, todos ellos frailecillos (Fratércula árctica).

Foto: Antonio Parada

 

Quienes hallaron las aves se fijaron también en que toda la costa está llena de una sustancia blanca solidificada que se podría corresponder con una queratina o jabón de los que se usan en limpiezas industriales.

En Areas (Sanxenxo), a su vez, el vecino de Poio Óscar Otero, documentó el domingo la presencia de grandes piezas de una sustancia negra que olía como gasolina y sí parecía chapapote. Muchos de los que están denunciando la situación apuntan que el vertido puede proceder de un sentinazo o limpieza de tanques de un mercante en alta mar y que se trata de un delito ecológico

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