Los envíos a Sogama crecen en Pontevedra. Y eso a pesar de la puesta en marcha del plan de compostaje, cuya expansión avanza de forma muy tímida en el municipio.
La planta de Cerceda incineró el año pasado 29.719,77 toneladas de residuos procedentes de la capital, lo que supone 91 más que durante el ejercicio anterior y 473 más que desde el inicio del mandato, en 2015.
Los datos facilitados este sábado por la empresa pública dependiente de la Xunta ponen de manifiesto que Pontevedra genera cada vez más basura. Y que esta se traslada al complejo de Sograma para ser quemada, una práctica que la Unión Europea insta a combatir a través de otros métodos de reciclaje. Uno de ellos es el compostaje, que el Concello inició en verano de 2016 con la instalación de los primeros composteros comunitarios en Monte Porreiro.
En la actualidad, Pontevedra dispone de 14 complejos de este tipo, donde se tratan los restos de comida. Tres de ellos están situados en el citado barrio, concretamente en las calles Alemaña e Italia y en la Praza de Europa. A ellos se sumaron luego otros siete en distintos puntos: en enero de 2017 se estrenó el ubicado al lado de la Facultade de Ciencias Sociais y el resto, el de Forestais, los dos primeros de Eduardo Pondal, el de San Brais (Salcedo), el primero de Camiño de Ferro y el de Ponte Boleira, se abrieron en 2018.
El mes pasado se remató la colocación de cuatro nuevos módulos comunitarios en el centro urbano en A Parda, Camiño de Ferro y Ponte Boleira. Estos últimos atenderán a una población de 1.200 personas, según datos del Concello, que asegura que estas instalaciones tratarán una media de 184 toneladas de basura doméstica al año.
En paralelo a este trabajo, el Gobierno local iniciará este mes el reparto de los composteros individuales en las casas con huerto del municipio, la mayor parte de ellas situadas en el rural. Las primeras parroquias que recibirán estas unidades serán Salcedo, Tomeza y Campañó. Y la encargada de hacer llegar estos recipientes a los vecinos será la asociación Fruga, a través de un contrato con la Deputación, que colabora con la distribución de los 8.000 composteros que Pontevedra ha comprado.
A NIVEL PROVINCIAL. Sogama también hizo este sábado balance del volumen de basura que le llega desde distintas partes de Galicia. Tomando como referencia el año 2015, que es cuando se celebraron las últimas elecciones municipales que conformaron los gobiernos de las cuatro diputaciones de la comunidad, la empresa pública asegura en un comunicado de prensa que Pontevedra fue la provincia gallega que más incrementó los envíos a la planta de Cerceda. Lo hizo en un 2,92%, frente al 2,53% de Lugo, el 1,29% de Ourense y el 0,54% de A Coruña. "Se en 2015 a provincia pontevedresa xerou 338.059,26 toneladas de refugallos, en 2018 esta cifra subiu ata as 347.941,25 toneladas", señaló la sociedad autonómica.
Sogama indicó, por otra parte, que todos los municipios de las Rías Baixas están adscritos a su modelo de incineración. El único que se escapa a este método es Pontecesures, que utiliza los servicios de la planta de A Barbanza.
En el comunicado, la empresa pública pone como ejemplo a Marín y Vilanova como localidades que más redujeron la producción de basura durante 2018.
