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Cuando Pontevedra estuvo en el Polo Sur...

El suelo gallego es el más antiguo de la Península y hace 400 millones de años estaba situado cerca de lo que hoy es el Polo Sur. Y también, según los expertos, grandes dinosaurios caminaron por nuestras tierras

El suelo gallego marcado con un círculo blanco. GEOIBERIA
photo_camera El suelo gallego marcado con un círculo blanco. GEOIBERIA

En O Caurel se han encontrado recientemente yacimientos fósiles del período Precámbrico y del Ediacara, considerada la primera fauna marina porque la tierra no tenía atmósfera protectora y en tierra las especies morían por la radiación. A partir de este periodo mejoran las condiciones sobre la tierra y empiezan a aparecer animales terrestres.

Los minerales más antiguos de la Península actual se formaron hace 1.160 millones de años y pertenecen a Cabo Ortegal. Parte de lo que hoy es suelo gallego se formó con las rocas de un supervolcán hace 477 millones de años, cuando formaba parte del fondo marino del continente de Gondwana.

El suelo gallego se desplazó lentamente siguiendo el movimiento de las placas tectónicas hasta que hace unos 200 o 300 millones de años emergió del agua ya con un perfil semejante al que conocemos hoy. Emergió antes que el territorio que nos rodeaba, sobre el que todavía había una pequeña capa de agua.

Hace unos 500.000 años los continentes ya se situaban en donde los reconocemos hoy, y en nuestro caso, los años de erosión dejaron expuestas las rocas graníticas. Estas rocas hoy en día hacen de Porriño la cantera de granito más importante del mundo en términos de productividad y generan el 70% de las exportaciones a nivel nacional.

En Galicia, y por tanto en Pontevedra, también hubo dinosaurios, similares a los que vivieron en Portugal (donde se ha encontrado el yacimiento más grande de dinosaurios carnívoros del mundo), La Rioja, Asturias o Soria. Además, por el tipo de terreno y condiciones han llegado hasta nosotros en forma de fósiles en todos estos territorios. Se sabe por el contexto que recorrieron nuestros valles estegosauros (dinosaurios cuadrúpedos); saurópodos como el Diplodocus o el Tastavinsauro, que eran dinosaurios de enormes dimensiones que caminaban a cuatro patas y tenían colas y cuellos muy largos; terópodos (pie de bestia) que eran bípedos y carnívoros como el Tyrannosaurus-rex; los Braquiosaurus de más de 12 metros de altura; los Triceratops e Iguanodontes, y el superdepredador Torvosaurus gurneyi, el dinosaurio más temido hace unos 150 millones de años en parte del territorio que conformaría más tarde la actual Península Ibérica.

Hace unos 150.000 años, el terreno gallego ya se va configurando orográficamente como el actual. Durante el periodo Cuaternario se produjeron grandes glaciaciones y los deshielos fueron aumentando poco a poco el nivel del mar hasta inundar el suelo de la Ría de Pontevedra convirtiéndolo en lo que hoy es fondo marino.

La presencia del hombre surge durante esta época y, hasta la fecha, el Homo antecessor está considerada la especie de homínido más antigua de Europa, con unos 900.000 años de antigüedad, del que se han encontrado restos en la Gran Dolina en Burgos.

Durante el Cuaternario se han encontrado en Galicia fósiles de osos cavernarios, hienas, leones de las cavernas, mamuts, leopardos, rinocerontes y bisontes. El Homo sapiens de Valdavara data de unos 10.000 años y se puede considerar, por ahora, de los primeros gallegos de la historia, aunque con lo poco que se ha investigado no cabe duda que su presencia en suelo gallego es muy anterior. Según la revista Nature, los restos de homo sapiens más antiguos se han encontrado muy cerca, en Marruecos, y datan de hace unos 300.000 años.

La presencia humana en Pontevedra nos ha dejado muestras en forma de mámoas, petroglifos y hachas a ambos lados de la ría. Algunos hallazgos están señalizados, pero muchos se encuentran en mal estado y las investigaciones sobre el terreno son la base del trabajo desinteresado de un pequeño grupo de amantes de la historia. El que ya no se financien proyectos de investigación de una manera clara y continua en Pontevedra hace que exista un patrimonio muy importante por descubrir que nos daría una visión más completa sobre nuestro pasado.

Poco se puede decir del casco urbano porque sólo cuando se hacen reformas salen a la luz, desde miliarios romanos, partes de la antigua muralla de la ciudad o el enlosado del s.XVIII de la calle Santa Clara: hemos demolido una buena parte de nuestro patrimonio histórico y cultural.

Sería estupendo que se promoviera la investigación sobre Pontevedra en la Universidad y que se publicasen la enorme cantidad de tesis doctorales que dormitan bajo cuatro paredes. Y sería también maravilloso facilitar la publicación de decenas de libros sobre nuestro pasado, inéditos hsata ahora por falta de interés de... "a quién corresponda". Ojalá vieran la luz y se publicaran en gallego o castellano, porque ser gallego no se basa exclusivamente en hablar o escribir en gallego.

Hasta el próximo 3 de abril estará abierta la exposición 'O Patrimonio da Nosa Ría', en la sede de Afundación, que acerca a los pontevedreses a nuestra historia y recuerda que fuimos una ciudad muy rica gracias a la pesca, a base del esfuerzo de los pescadores del arrabal de A Moureira y puertos de la ría como Marín, Bueu, Combarro, Seixo o Sanxenxo. Para darse cuenta de esa riqueza sólo hay ver la monumentalidad de la zona antigua de nuestra ciudad y las iglesias y monasterios que todavía quedan en pie en toda la zona.

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