No hubo goles en el Liverpool-Manchester United, un partido que había despertado gran expectación en Inglaterra por la presencia en los banquillos de Jurgen Klopp y José Mourinho, dos de los más eximios entrenadores, y por las excelentes plantillas de ambos equipos.
Al final mereció más el Liverpool, pero el español De Gea estuvo extraordinario y con sus paradas evitó la derrota del United.
Tras el empate, el Liverpool se queda cuarto con 17 puntos, a dos del líder City y del Arsenal. El United tiene 14 y es séptimo.