Los deberes pendientes del nuevo Gobierno de la Xunta en Pontevedra

A pesar del impulso al Gran Montecelo y al saneamiento de la ría, la capital provincial tiene casi los mismos proyectos sin ejecutar que al inicio de la legislatura 
Vista de este miércoles de la sede de la Xunta en Benito Corbal. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera La sede de la Xunta en Benito Corbal. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El nuevo gobierno de la Xunta tiene casi los mismos deberes pendientes con Pontevedra que al inicio de la legislatura. Y todo ello a pesar del impulso al Gran Montecelo, que será la obra de mayor envergadura ejecutada hasta la fecha en la capital provincial.

La ampliación del centro hospitalario, presupuestada en más de 114,6 millones de euros, termina hoy la fase de contratación con el objetivo de que los trabajos puedan empezar este año. En el mejor de los casos, el hospital único no estará finalizado hasta 2024, casi 30 años después de que fuera reclamado en la ciudad.

La actuación sale adelante después de que en 2016 Alberto Núñez Feijóo (PP) rectificase la opción de Monte Carrasco y eligiese una ubicación alternativa -siempre en el ámbito de Montecelo- a la defendida por el bipartito autonómico de Emilio Pérez Touriño (PSOE) y Anxo Quintana (BNG).

La mejora de la depuradora de Os Praceres se completará en  2020 y el nuevo emisario, ya adjudicado está pendiente del inicio de la obra

El futuro saneamiento de la ría también ha iniciado su andadura con el reciente inicio de las obras de mejora de la depuradora de Os Praceres, que costará casi 13 millones de euros y que estará lista en la segunda mitad de 2022. El proyecto inició su recorrido presupuestario en 2017, un año después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ratificase en 2016 el deficiente tratamiento de las aguas residuales. El plan para atajar la contaminación en este enclave contempla la construcción de un nuevo emisario submarino. El contrato para instalar otra infraestructura debajo del mar se formalizó la semana pasada por algo más de 10,1 millones de euros. Su plazo de ejecución es de 18 meses.

La Xunta también deberá desatascar obras comprometidas para la legislatura que está a punto de acabar. Una de ellas es la residencia de mayores, que se levantará en unos terrenos que el Concello cederá en A Parda, concretamente en la parcela que ahora ocupa un parking disuasorio y que en su día se había reservado para un proyecto que nunca vio la luz: el nuevo CIFP Carlos Oroza.

El centro geriátrico, el segundo de carácter público de la ciudad, después del de Campolongo, lo pagará finalmente la Fundación Amancio Ortega. El presupuesto de la instalación, que prevé crear 120 plazas, asciende a doce millones de euros. El equipamiento sociosanitario se anunció en 2016.

Entre las obras necesarias figuran la ampliación del Carlos Oroza y la mejora de la seguridad vial en la carretera de Ponte Sampaio

El dragado del Lérez es otra de las asignaturas pendientes de Monte Pío. La obra, reclamada desde 2005, ha sufrido varios contratiempos. En 2009 se inició la primera ronda de consultas y en 2011 comenzó su tramitación, que culminó en 2017 cuando el proyecto fue sometido a la fase de alegaciones. El rechazo del sector marisquero a que los lodos se depositasen detrás de la isla de Tambo paralizó el plan y provocó cambios. El último se confirmó a principios de este año tras un debate parlamentario, en el se confirmó que Portos de Galicia encargaría una nueva batimetría para volver a analizar qué tipo de sedimentos se habían acumulado entre la zona de Ence y el puerto deportivo del Club Naval. El estudio previo se había quedado desactualizado por el retraso de la actuación. Los sedimentos que se extraigan del canal de navegación del río se tratarán en tierra y no se echarán al mar, como estaba previsto.

Algunos proyectos en Pontevedra
Algunos proyectos para Pontevedra. ADP

MÁS PROYECTOS. La construcción del nuevo pabellón de gimnasia en A Parda también contará con financiación autonómica. En este caso, no se han liberado fondos autonómicos por la demora del Concello, que aún no ha entregado el proyecto municipal, anunciado en 2016.

Otra de las obras pendientes en el municipio es la variante de Alba, que la Xunta ha metido en el cajón al considerar que el trazado que propuso entre Campañó y Lérez ya no es válido porque no cuenta con el apoyo de los vecinos. Los trabajos que están a punto de salir adelante son los de la creación de la senda peatonal de Alba, adjudicada por 478.385 euros, para mejorar la seguridad vial de la PO-225, el vial que une las carreteras de Vilagarcía (PO-531) y Santiago (N-550).

La segunda fase de la rehabilitación de la sede autonómica de Benito Corbal, cuyo contrato se formalizó el pasado mes de marzo, tampoco ha empezado. La obra, de 763.413,20 euros, acondicionará las cuatro últimas plantas del edificio, que se inauguró en junio del año pasado tras una inversión de más de 4,3 millones de euros. Los espacios serán utilizados por el Campus Crea de la Universidade de Vigo y por la Fundación Manuel Moldes.

La plena implantación del transporte metropolitano, pendiente de la negociación con Pontevedra; el final de las obras de la estación intermodal o la mejora de la seguridad vial en carreteras como la PO-264, en Ponte Sampaio, o la ampliación del Carlos Oroza son algunas de las obras pendientes de la nueva Xunta en la ciudad.

También lo es la recuperación de la delegación de la CRTVG en la ciudad, que cerró sus puertas en 2010 y no se ha vuelto a abrir a pesar del apoyo que en su día dieron políticos de todos los partidos al restablecimiento de este servicio. Pontevedra es la única capital de provincia de Galicia sin sede de la televisión y la radio públicas.