Un debut en casa con fuego 'amigo'

Mario Fernández se estrenará en Pasarón enfrentándose a Unionistas, su último equipo. "Hablo con varios jugadores. Tienen claro a lo que juegan y son un buen equipo", avisa

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photo_camera Mario Fernández, en A Seca. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Cuando, si nada se tuerce, Mario Fernández salte al césped de Pasarón el próximo domingo, su nueva casa le parecerá lo más ajeno y sus enemigos, lo más conocido. Y es que, curiosidades de la vida, el meta cántabro vivirá la controversia de debutar en la sede del equipo por el que fichó este verano precisamente contra el club que le dio la oportunidad el pasado enero de volver a sentirse futbolista: Unionistas de Salamanca

Tras rescindir el pasado verano con el Cartagena, el portero tuvo que esperar hasta principios de 2020 para volver a encontrar equipo. Fue el cuadro unionista el que le dio la oportunidad. De ser portero de Primera División unos pocos años atrás, a pelear por no descender a Tercera. "El fútbol es así y hay que adaptarse. Tras ascender con el Rayo a Primera, tuve mala suerte", recuerda el cancerbero de 32 años sobre su salto de la máxima categoría a la Segunda B.

Aquel verano de 2018, el meta dejó de contar en Vallecas y él quería jugar. Le llegaron, entonces, "mejores ofertas de Segunda B que de Segunda, tanto en lo deportivo como en lo económico". Y no se lo pensó: fichó por el Cartagena y regresó a una categoría que no pisaba desde un lustro antes, cuando lo jugó todo para ascender con su Racing a Segunda. Luego le llegó la oportunidad de disfrutar, en la portería de Osasuna, de partidos ante el Sevilla, el Valencia o el Celta. Y de ahí, al Rayo para lograr un nuevo ascenso a la máxima categoría que no pudo disfrutar.

Ahora Mario afronta el presente consciente de que está en un club con aspiraciones a todo: "¿Quién me dice que en dos años no vuelvo a estar en la élite? No pienso en el pasado ni me arrepiento de nada. A veces, dar un paso atrás permite dar luego dos hacia delante". 

Fernández destaca que esa debe ser la "seña de identidad" del PCF

Ya metido en la dinámica del Pontevedra, con el que comenzó jugando pese a la competencia de Álvaro Cortés, Fernández avisa de que pese a que no es el equipo con más nombre del subgrupo, Unionistas exigirá al PCF lo máximo. "Tienen las ideas muy claras. Han renovado mucho al equipo, pero mantengo el contacto con el capi Carlos De la Nava o Javi Navas. Están muy contentos y saben a lo que juegan. Será un rival muy incómodo, aunque más en su campo artificial. No creo que se pueda pensar que ellos van a estar abajo y nosotros arriba: quedan 17 partidos y si ganas tres seguidos o pierdes otros tres, te ves luchando por cosas completamente diferentes. Cada partido es una final", reflexiona. 

Preguntado por si ese origen de equipo popular le resta también potencial en una categoría con proyectos importantes, Fernández también tiene claro que Unionistas es "un club normal, aunque con la gente muy vinculada". "Lo llevan los socios y te hacen sentir muy especial, pero por lo demás es igual que el resto", añade. 

"CONCIENCIADOS". Lo que Fernández tiene claro es que para poder seguir con el pleno de puntos, el PCF deberá salir "concienciado" de mantener esa "intensidad". "Creo que es lo que marca la diferencia. Debe ser nuestra seña de identidad. Estamos haciendo un buen vestuario y debemos jugar a cara de perro. Sino, cualquiera te pinta la cara", apunta. 

Y precisamente, en este caso, él sabe bien de lo que habla. Porque el fuego amigo quema igual.

Afición | "Me parecen un poco injustos estos cambios" 
Reflexionando sobre el peso de la afición en el partido contra el Racing de Ferrol y el —menor— que tendrá el domingo en Pasarón por las restricciones sanitarias, Mario Fernández lamenta la situación: "Hay que ser realistas y aceptar la situación, porque son cuestiones sanitarias. Pero deportivamente, estos cambios me parecen un poco injustos. Cuando juegas fuera con gente en las gradas, se te presentan más adversidades. Incluso el árbitro está más influenciado y el local parte con ventaja".

De este modo, Mario apunta que jugar con la gente a favor es "un plus muy grande", por lo que espera que "al menos pueda entrar la máxima gente posible".

"Sentirse futbolista"
Precisamente la presencia de gente en el primer partido de liga, después de una pretemporada a puerta cerrada, ha hecho que Mario y sus compañeros vuelvan a "sentirse futbolistas". "Teníamos muchas ganas. Ya se vio que no era un entrenamiento más. Los amistosos ayudan, pero el público da otro ambiente. Se oye todo. Para los que nos gusta el fútbol, es lo máximo", expresa.

Sobre el choque ante el Racing, asegura que valió para demostrar que el PCF es "un buen equipo", aunque "hay que seguir".

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