Las ruinas del antiguo cuartel de la Guardia Civil de Noalla dejarán de afear el paisaje del entorno de la carretera que une la parroquia con O Grove en pocos días. Después de más de una década de espera, la demolición de la vetusta infraestructura, abandonada hace casi medio siglo, se hará realidad esta misma semana. Este fue el anuncio realizado el martes por el Concello de Sanxenxo, que confía en que el derribo concluya en pocos días.
Una vez finalizados los preparativos previos, está previsto que este miércoles la piqueta empiece a actuar. De esta forma, se pondrá fin a un culebrón que comenzó en el año 2006, cuando la Administración municipal inició los trámites para echar abajo una infraestructura cuyo estado de deterioro preocupaba a vecinos y colectivos locales, que en más de una ocasión exigieron que se procediese al derribo de esta edificación, que se encuentra en una parcela privada.
Una de las razones por las que la actuación se demoró durante tantos años tuvo que ver con una solicitud tramitada en su día por los propietarios del inmueble para que la Dirección Xeral de Patrimonio catalogase la edificación como Ben de Interese Cultural (BIC). En un informe elaborado por un arquitecto de Sanxenxo se apuntaban algunas características que podrían llevar a convertir las ruinas en un bien patrimonial. Por ejemplo, la fachada de la vivienda, cuya construcción data de principios del siglo XX, presenta una serie de ornamentos que recuerdan al estilo modernista. Finalmente, el departamento dependiente de la Consellería de Cultura descartó la catalogación hace dos años, momento en el que el Concello reactivó el proceso para llevar a cabo la demolición.
ACTUACIÓN PARTICULAR. El encargado de ejecutar el derribo del viejo cuartel de la Guardia Civil será el propietario de la parcela. Tal y como recuerdan fuentes del Consistorio, fue el propio dueño el que, a finales del año pasado, solicitó al Ayuntamiento un plazo de unos meses para preparar la actuación. El Gobierno local estaba dispuesto a asumir los trabajos de forma subsidiaria y exigir al particular el pago de los costes.
En este sentido, la Concellería de Urbanismo llegó a barajar dos presupuestos diferentes para echar abajo la infraestructura. El más alto ascendía a 20.400 euros, mientras que el segundo quedó fijado en algo más de 17.300 euros. La diferencia radica en que en el primer documento se incluía la retirada de los escombros.
Cabe recordar que la Asociación de Veciños San Estevo de Noalla propuso en su día que el área se utilizase para ampliar la rotonda y los espacios para peatones en la carretera hacia O Grove.
En el pasado, cuando el inmueble aún no estaba tan deteriorado, otras agrupaciones solicitaron, sin éxito, su rehabilitación.
