Amaya Muñoz, la joven de 31 años despedida por faltar a trabajar el día de su desahucio, ha señalado que su jefa le dijo que "ya era mayorcita" para ausentarse y que asumiera la responsabilidades que conlleva un puesto laboral.
En una entrevista con Efe, la joven explica que se dirigió a su jefa para solicitarle el día libre para estar presente en su desahucio, pero que recibió una negativa junto con una advertencia ante lo que pudiera suceder si finalmente no acudía a trabajar.
Critica, además, el trato que recibió de una superiora que, según lamenta, se mofó de un vídeo que circula por internet en el que se aprecia su "angustia y ansiedad" ante la situación acontecida por el desahucio y que le impidió trabajar durante nueves días por prescripción médica.
La polémica arrancó en septiembre cuando Amaya solicitó permiso a su jefa para ausentarse el 11 de septiembre en virtud de una orden de desahucio que iba a cumplirse ese día.
"Me dijo que no, que no me podía darme el día libre porque ya soy mayorcita y debo conocer las responsabilidades de que tengo que trabajar", asegura la chica, que propuso un cambio de horario para poder compaginar el desahucio y su trabajo, a lo que su superiora respondió con una negativa.
Así las cosas, la joven decidió faltar al trabajo el día de su desahucio que terminó con una visita al médico ante la ansiedad provocada por este acontecimiento, relata.
La doctora le dio la baja laboral hasta el 20 de septiembre al sostener que no estaba en condiciones de ir a trabajar, si bien se reincorporó el 23 de ese mismo mes.
Su sorpresa llega cuando la empresa le comunica el pasado 25 de octubre su despido por exceder el 20 % de faltas acreditadas, cifra que incluye su baja derivada del desahucio y los días 11 y 17 de octubre por enfermedades justificadas.
En su carta de despido, la empresa Konecta BTO, que no ha querido hacer comentarios sobre el caso, apela a la última reforma laboral aprobada por el Gobierno que preside Mariano Rajoy para justificar su despido.
La joven, que destaca el "enorme apoyo" recibido tanto por sus compañeros como por movimientos populares, anuncia acciones legales contra la compañía para conseguir, en este orden, el despido nulo, improcedente o la readmisión.
Con todo, reconoce que "judicialmente es posible que no pueda lograr nada dado que es legal lo que han hecho", pero añade que va a intentarlo por otras vías y para ello cita las 35 horas de asuntos médicos que su convenio laboral establece.
Amaya confía en que los sindicatos la protejan y logre ser readmitida para así poder ayudar a otros trabajadores "que han pasado por situaciones similares en esta empresa pero que no se atrevían a denunciar por miedo".
La joven, que llevaba un año sin pagar el alquiler tras ser despedida por su anterior empresa, fue desahuciada el 11 de septiembre tras un primer intento que fue frenado el pasado 16 de julio por la plataforma por la vivienda de Madrid.
