La vida después de Spotify

No fueron pocos los que hace unos días se llevaron las manos a la cabeza tras anunciar Spotify las nuevas limitaciones de su servicio gratuíto. Lo cierto es que aunque la compañía sueca había logrado una popularización altísima en territorio europeo, no es la única plataforma que permite escuchar música gratis a través de internet.

Hay vida después de Spotify. Por ejemplo, en Grooveshark. Existía antes de Spotify y ahora está llamado a convertirse en el heredero de su popularidad entre los usuarios. No es necesario registrarse para usar su servicio y aunque su base de datos es algo menor, permite al igual que Spotify hacer listas de reproducción y compartirlas con otros usuarios. A diferencia de Spotify, la música se escucha desde la web, aunque algunos usuarios han creado ya aplicaciones de escritorio para cumplir el mismo cometido.

Más enfocado a la música española están Rockola.fm o Yes.fm. En cambio, si lo que nos gusta es la música internacional y descubrir nuevos grupos, Deezer es perfecto.

La combinación de música y redes sociales
Aunque con objetivos iniciales muy diferentes, las redes sociales last.fm y myspace también permiten escuchar música en sus webs. Last.fm dio hace tiempo el paso que acaba de dar Spotify limitando las escuchas gratuitas y en la actualidad ofrece música sin limitaciones por una cuota de 3 euros al mes. Su catálogo es más reducido que el de Spotify, pero más orientado hacia los amantes de la música indie. Aunque también permite a grupos nuevos darse a conocer como en myspace, su principal atractivo es el recuento de scrobblings, o reproducciones de canciones, que se muestran en el perfil del usuario y permiten a last.fm recomendar nuevos artistas y temas de forma personalizada.

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