DIARIO DE UN CONFINADO...

El rey del pop me quiere matar

Tareas de desinfección, este martes, en la estación de autobuses de Pontevedra. RAFA FARIÑA
photo_camera Tareas de desinfección, este martes, en la estación de autobuses de Pontevedra. RAFA FARIÑA

10:15
Despierto en medio de una pesadilla escalofriante. Yo soy un detective que investiga un asesinato cometido por Michael Jackson. Entro en el lugar del crimen, una especie de trastero limpio y vacío, donde siento una gran inquietud aunque no encuentro ninguna prueba del crimen. Al salir veo a Michael Jackson hablando con otras dos personas. Él me devuelve una mirada indiferente mientras continúa con la conversación como si nada, pero en ese instante comprendo que me va a matar también a mí para impedir mi investigación, así que echo a correr cobardemente. Es en ese momento cuando despierto muy asustado y tardo unos minutos en recordar que el rey del pop está muerto y nada puede hacer contra mí así que, pienso yo, el día empieza estupendamente. Veo algo las noticias, que no traen gran novedad y cojo el periódico.


11:00
Pienso en gente heroica, como los periodistas que desde sus casas, sus emisoras o sus redacciones siguen al pie del cañón para ofrecernos contenidos informativos. Siempre he sentido devoción por ellos y ellas y lo mismo digo de los fotógrafos de prensa, los cámaras o los técnicos que con facilidad los ignoramos a pesar de que hacen un trabajo indispensable. En tiempos como estos en los que necesitamos mucha información toda esa gente merece también un aplauso.


12:00
Les propongo a mi hijo y a mi señora montar una banda de rock casera para estos días. Me dicen que ya veremos. Espero ansioso su respuesta, pero algo me dice que no les apetece demasiado. Mi señora trabaja por las mañanas en el sector alimentario y mi hijo administra su tiempo de forma muy metódica. ¿Será que me ven muy obeso para el estrellato? Bah, también Elvis acabó gordo y seguía triunfando en Las Vegas. Pienso que quizá sería buena solución dejarme patillas y lanzar de nuevo la idea.


15:00
Comemos. Una sabrosa sopa que hice yo con el caldo de un cocido y hamburguesas que aporta mi señora. Son, obviamente, hamburguesas veganas, hechas con algún tipo de vegetal. Rodeados como estamos de veganos (nuestra hija, nuestro yerno y una hermana), mi hijo y yo nos resistimos todavía a su apostolado. Todo hay que decirlo, hay platos veganos que no están nada mal y uno se va acostumbrando a ellos. Calculo que de cada semana hay tres o cuatro días que no probamos nada que no sea vegetal, salvo los veganos de la familia que lo que no prueban es jamás nada de origen animal. Ni miel, porque dicen que las abejas la hacen para ellas y sus abejitos, no para los humanos.


15:30
Intervención de Pedro Sánchez. Lo veo guapo, las cosas como son. Todos los presidentes de España han sido apuestos salvo Aznar. Felipe tenía cierta belleza exótica hasta que empezó a parecerse a aquel gorila albino, pero el más hermoso, a mi juicio, es Sánchez. El estar encerrado lo vuelve a uno más reflexivo, pienso, y como yo soy de reflexiones superficiales, pienso en la belleza de los presidentes españoles, salvo en la de Calvo Sotelo, al que dejo fuera de la lista sin razón alguna. Muy serio, Sánchez hace un buen discurso ofreciendo miles de millones, doscientos miles exactamente.


16:30
Consciente de la oportunidad que nos ofrece el cautiverio de experimentar sensaciones nuevas, decido aprender a conocerme un poco mejor. Me pregunto quién soy y me quedo dormido. Supongo que la respuesta no me interesa lo suficiente. Al despertar nuevamente, me cruzo con mi señora por el pasillo y me mira así como como me había mirado Michael Jackson en mi pesadilla. No me dice nada pero por si acaso echo nuevamente a correr, me encierro y procuro no hacer ruido, ni nada. Me paso la tarde escribiendo y viendo una serie que se llama Archer y está muy bien. Agradezco a toda esa gente que entra estos días en las redes sociales recomendando lecturas o películas. Hay algunos que se queja de tanta recomendación, pero es de agradecer. Necesitamos compartir algo y comunicarnos y es bueno que lo hagamos.


20:00
A aplaudir a la ventana. Otra manera de contactar y sentirse parte de una sociedad. Reconforta comprobar que la vida sigue y que cada día que pasa es una pequeña victoria en esta batalla. Cenamos en familia y a eso de las 23:15 me vuelvo a cama. Escribo en el bloc de notas de mi móvil una pequeña poesía. Voy a hacer un libro con ellas. Dice así: "Tartaruga, tartaruga, / non nades no mar / se es unha tartaruga terrestre!". Tiene su profundidad, no me lo discuta. Y así pasan las jornadas, que pueden parecer lentas pero también es cierto que cada día que pasa queda un día menos y los reencuentros con la calle y con la gente van a ser apoteósicos. Más que cosa de paciencia, aunque también, es cuestión de eso, de que creamos que de esto sacaremos algo en limpio, no tanto individualmente como en conjunto. Estoy convencido de que en pocas semanas emergerá una sociedad mejor. O no.

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