Los capitanes de la selección española de fútbol intentaron entre el martes y la mañana de este miércoles detener la destitución de Julen Lopetegui como seleccionador, según apuntan diversos medios. Sin embargo el enfado de Luis Rubiales y de buena parte de la cúpula de la Real Federación de Fútbol (RFEF), unido a que el exseleccionador no contó con el apoyo unánime del vestuario, precipitó la situación.
En la charla de este miércoles entre el presidente de la Federación y los jugadores algunos de los futbolistas evitaron defender a Lopetegui tras el anuncio de su fichaje por el Madrid, y los fantasmas de antiguas fracturas internas planean a estas horas sobre el seno de la selección. Según periodistas desplazados a Rusia el vestuario de la Roja se dividió en dos grupos, los que sí apoyaron al guipuzcoano –los que más– y los que no lo hicieron, que finalmente se salieron con la suya.
Rubiales expresó en rueda de prensa su certeza de que todos "van a darlo todo pase lo que pase", pero también reconoció que la situación es "muy complicada" a dos días vista del estreno de la selección en el Mundial.
