La vendimia en la Denominación de Origen Rías Baixas ha cerrado sus dos primeras semanas con 31.802.647 kilos de uva recogidos. Después de un inicio tímido, en los primeros siete días de la recogida la cifra era de 14.540.000 kilos, según los datos facilitados por el Consejo Regulador.
La buena meteorología reinante ha propiciado el comienzo de la presente campaña de un modo ordenado. Participan 176 bodegas elaboradoras, con un total de 5.178 viticultores que están recogiendo la uva en las 4.090 hectáreas de superficie productiva de las distintas subzonas de la Denominación de Origen Rías Baixas.
En la subzona de O Salnés se han recogido hasta la fecha un total de 22 millones de kilos de uva, en la del Condado do Tea 6,3 millones, en la de O Rosal 3,02 millones, en la de Ribeira do Ulla 360.178 kilos y en la de Soutomaior 57,725.
El Órgano de Control y Certificación de la Denominación de Origen Rías Baixas había presentado a finales de julio al Pleno del Consejo Regulador el Informe de Estimación de Cosecha 2020. Dicho documento calculaba una recogida en 2020 de 37,5 millones de kilos de uvas, un 15% más que en la cosecha de 2019. Para alcanzar esa cifra solo quedarían por recoger seis millones de uva en la actual campaña de la que ya avanzó el Consejo Regulador se esperaba de una gran calidad y cantidad de producción.
MANDA EL ALVARIÑO. De los 31,8 millones de uva que se han recogido en lo que va de campaña, 31,1 millones corresponde a la variedad de albariño (el 98% del total vendimiado), seguida de las variedades loureira blanca (196.786 kilos), treixadura (190.099), caíño blanco (118.929), godello (67.642), souson (33.653), caíño tinto (32.811), espadeiro (20.214) y mencía (19.682).
Según el Consejo Regulador de la DO Rías Baixas, este aumento de producción es debido a una elevada tasa de brotación, alrededor de un 90%, y a unos racimos mayores que otros años. Las mermas durante el período de brotación, cuya media son de un 12%, las atribuye, sobre todo, a problemas generalizados de hongos, en especial al mildiu, que fueron mayores en explotaciones.
Además de las normas generales —uso obligatorio de mascarilla, higiene de manos y distancia mínima de seguridad interpersonal-, se establecen una serie de especificidades relativas a las auditorías a realizar en las bodegas inscritas y en viñedo.