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El azote del Gobierno local

Raimundo González calificó la última rueda de prensa de Tino Fernández como ‘Tinadas’, término que se podría definir tal que así, como diría Luis Piedrahita: “ocurrencias que tiene el portavoz del grupo municipal del PSOE en Pontevedra para atacar al Gobierno local del BNG”.
La polémica se produce porque el socialista, reconvertido en azote del Gobierno local, criticó la decisión de prorrogar el contrato del agua sin tener en cuenta, siempre según Fernández, que de esta forma el Concello abonaría unos 200.000 euros más a la concesionaria cada semestre en concepto de unas amortizaciones de obra contempladas en el contrato prorrogado que, siempre según el PSOE, ya se habrían abonado.
A renglón seguido, Raimundo González defendió la gestión y el trabajo de los técnicos municipales que llevan un mes dándole vueltas a la prórroga para ajustar el coste del servicio al máximo, y acabó acuñando el ‘palabro’ ya comentado.
Habrá que estar atentos para ver cómo acaba el ‘culebrón’, porque Tino Fernández, que pidió el cese de González, llevará el tema al próximo Pleno municipal.

Besteiro, siempre presente

Pachi López, otrora líder del PSdeG, barón gallego, salió hace unos días a la palestra para volver a poner voz a algo que, aunque todo el mundo da por sentado, parecía olvidado y es que la actual gestora de los socialistas gallegos sigue 'guardando la silla' al ex secretario general de la formación, José Ramón Gómez Besteiro, que tuvo que dimitir y dar un paso atrás tras ser imputado (ahora se dice investigado) por la jueza De Lara.
Con Besteiro coincidí en dos o tres ocasiones, la primera durante una visita a Pontevedra (todavía era presidente de la Deputación de Lugo), y tengo que reconocer que me sorprendió gratamente; parecía tener las cosas claras y una radiografía perfecta del partido.

Con la vista puesta en Madrid

A algo más de 600 kilómetros, el otro Patxi López, al que alguno sigue viendo como el tapado de Pedro Sánchez, el líder al que todos daban por amortizado en el PSOE, tuvo que aclarar que él no piensa integrarse en la lista de Sánchez y aseguró que en las primarias habrá una papeleta suya.
Y mientras todo esto sucede en Madrid, Susana Díaz, la baronesa del Sur, sigue a lo suyo sin inmutarse, al menos públicamente, por lo que hacen Sánchez y López. La presidenta andaluza continúa su particular maratón para hacer llegar su mensaje al mayor número posible de afiliados. Susana quiere un PSOE nuevo, fuerte y que defienda los valores del socialismo y a las personas.
Así las cosas, es normal que los socialistas gallegos miren de reojo hacia Madrid, porque mucho de lo que pasará después en Galicia dependerá de quién sea elegido secretario general, ya que no hay que olvidar que en el 'finisterrae' nacional Pedro Sánchez tenía un buen número de apoyos, aunque también detractores.
Si hoy echan de menos en esta columna alguna referencia o comentario al PP deben saber que es algo hecho a propósito, porque con remitirles a las últimas noticias está todo dicho.

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