Opinión

El ejemplo de Lupe

LA PRESIDENTA ha hablado. Lo ha hecho con tanto sentido que no parecía la presidenta de un club de fútbol importante. Lupe Murillo ha dejado atrás los nervios que rodean al equipo granate en muchos sectores y el pasado viernes, en la rueda de prensa del nuevo patrocinador granate, depositó toda la confianza en su entrenador, en el cuerpo técnico, en el director deportivo y en la plantilla.

Ya se sabe que la ratificación es la antesala de la destitución, pero no era el caso. Lupe Murillo, que tiene un fuerte carácter, es sin embargo más analítica y calculadora de lo que la gente imagina. No toma decisiones a la ligera.

Durante su primera campaña al frente de la entidad estuvo nueve semanas con Manu Fernández al frente del equipo en Tercera División, a pesar de que el preparador pontevedrés no acababa de consolidar a aquella plantilla en los primeros lugares y, sobre todo, de que no era el técnico que ella había elegido ni el que deseaba. Al final lo acabó destituyendo tras un mal comienzo de curso tanto en juego como en resultados.

En este caso sí es su entrenador. El que ella ha elegido. Y ha tenido en consideración todo su trabajo y los resultados que Luisito ha obtenido con el PCF para darle crédito.

En el fútbol, la paciencia es tan rara como necesaria. Si se fijan en otros deportes, en el balonmano, por ejemplo, no se producen decisiones tan compulsivas. Nuestro vecino Pillo, por ejemplo, bien podría haberse ido a la calle de forma prematura la pasada campaña, pero al final confiaron en él y salvó al Cangas del descenso. Si aquello fuese balompié y no balonmano, es posible que Pillo estuviese en su casa y el Frigoríficos del Morrazo, en Plata.

Tengan paciencia, sigan el ejemplo de su presidenta y seguro que en mayo serán mucho más felices que ahora.

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