El hombre orquesta pasa a un segundo plano

Después de fundar varios colectivos locales, trabajar como acomodador, carpintero o periodista y dirigir durante casi una década el Club de Jubilados de Portonovo, uno de los vecinos más polifacéticos de la villa se retira
Manuel Bea muestra una de sus maquetas, que se pueden visitar en la sede del Club de Jubilados de Portonovo
photo_camera Manuel Bea muestra una de sus maquetas, que se pueden visitar en la sede del Club de Jubilados de Portonovo

Una ‘raia’ de ouro, en el año 2004, un reconocimiento por parte de la Confederación Galega de Organizacións de Persoas Maiores (2015) y, sobre todo, el reconocimiento unánime de los vecinos de Portonovo a más de media vida dedicada a su villa natal. Estos son algunos de los logros que se lleva Manuel Bea a la hora de apartarse de la primera escena social y cultural de la localidad vecina a Sanxenxo.

Después de varios años, Bea Silva por fin ha logrado encontrar a un sucesor que coja el testigo del Club de Jubilados, dirigido por el exfundador de la Asociación de Veciños desde hace ocho años. Se trata de Antonio Cacabelos, que, salvo sorpresa, será proclamado máximo responsable de la agrupación en una asamblea que tendrá lugar el próximo domingo. Precisamente, durante el fin de semana se celebrarán varios actos para conmemorar el vigesimocuarto aniversario del club.

Bea Silva ya intentó, sin éxito, hacerse a un lado en 2013. Ahora, a los 83 años, se muestra contento de poder tomarse un respiro. "Eu vou continuar colaborando e botando unha man en todo o que poida, pero xa non vou formar parte da directiva", señala. Presume de buena salud, pero reconoce que "chega un momento no que hai que deixar paso a outra xente. Eu xa levaba moitos anos non só como presidente, senón tamén como secretario".

Bea Silva pasó a formar parte de la cúpula de la entidad de Portonovo en 1999. Desde entonces, tal y como ha señalado en varias ocasiones, el club ha experimentado un crecimiento importante. Además de contar con más de 300 afiliados, su grupo de teatro es uno de los más activos del municipio. Lo mismo sucede con la coral polifónica. Además, bajo la tutela de Manuel Bea también se acometieron importantes reformas en la sede, situada en la calle Rafael Picó.

ORÍGENES. La implicación del todavía presidente del Club de Jubilados con el tejido social de Portonovo comenzó hace más de medio siglo. Concretamente, en el invierno de 1958. Fue entonces cuando Bea se animó a crear una comparsa local. Lo que comenzó como una anécdota acabó por convertirse en una forma de vida.

Apenas una década después, se convirtió en el cronista oficial de Portonovo, al enviar sus crónicas periodísticas a El Pueblo Gallego. "Escribía á miña maneira", recuerda, entre risas. Por entonces, ya tenía en mente crear ‘Os Gatiños’, un colectivo folclórico que a día de hoy sigue siendo uno de los grandes motivos de orgullo de la localidad marinera. Todo ello sin olvidar su faceta de carpintero, que le valió para diseñar un gran número de maquetas, relacionadas con su pueblo natal.

Por supuesto, a Manuel Bea le queda alguna espina clavada. En su momento. "Gustaríame ter fundado unha banda de música", un hecho que no empaña el currículum del hombre orquesta.

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