El número de furanchos de Bueu desciende a la mitad en un año

BUEU. La última cosecha no fue buena y las trabas administrativas de la nueva normativa autonómica tampoco han ayudado este año para la apertura de los furanchos, que se redujeron en Bueu prácticamente a la mitad con respecto a 2012.

El número de solicitudes descendió en la última anualidad de 34 a 16, disminuyendo, así, drásticamente, la oferta de locales donde degustar el vino de los cosecheros locales.

«Este ano non houbo viño, ese é o problema, e moitos furancheiros tiveron que comprar de fóra para poder vender», explica uno de ellos.

Si bien aún permanece abierto el plazo para que los interesados presenten solicitudes (estará abierto hasta junio), se descarta ya un incremento notable de esta cifra. De hecho, la mayor parte de las peticiones de permisos suelen presentarse a finales de año o comienzos del siguiente.

A las 16 solicitudes tramitadas en el Concello se suman otros once escritos remitidos también por cosecheros, aunque, en este caso, notificando que no abren este año por falta de producción. Este último problema presenta una situación totalmente inversa a la del año anterior, en que la cosecha fue muy abundante.

Los furanchos que aún tienen permiso para abrir se sitúan en los lugares de A Paradela, Sabarigo, A Torre, Agrelo, Outeiro y Trasouto (aunque varios de ellos pueden estar ya cerrados por haber agotado el vino). A éstos se suman otros cuyo plazo de funcionamiento ya remató y que funcionaron en los últimos meses en A Rosa, O Norte, O Castrelo y A Torre.

ORDENANZA. El funcionamiento de los ‘loureiros’ es regulado ahora a través de una nueva Ordenanza Reguladora aprobada por el Concello de Bueu acogiéndose al régimen general que establece normal para estos establecimientos aprobado por la Xunta de Galicia.

Según esta normativa, el vino suministrado no puede ser embotellado sino que debe proceder del barril directamente y cada local puede ofrecer un máximo de cinco tapas escogidas de entre un total de diez propuestas. Pueden ser de pimientos de padrón, tabla de embutidos y quesos, oreja o chorizo, zorza o lomo, costilla, huevos fritos, sardinas, callos con garbanzos, tortilla de patatas, empanada o empanadillas y croquetas.

Entre otros requerimientos, también deben atender a requisitos de higiene, prevención contra incendios y sanitaria frente al tabaquismo, además de suscribir una póliza de responsabilidad civil, pagar la tasa por actividad, y (como novedad este año) presentar un proyecto técnico firmado por un facultativo competente con pronunciamiento expreso sobre el cumplimiento de la normativa técnica vigente en las áreas de seguridad, junto con un análisis del vino puesto a la venta por parte de un enólogo colegiado. El período de funcionamiento de los furanchos remata el 30 de junio.

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