El Peixegalego se jugará en la última jornada sus opciones de ascenso tras vencer al Azuqueca en un partido extraño que dominó cómodamente hasta los últimos seis minutos de juego hasta por 18 puntos, y en el que acabó sufriendo al pasarse hasta el final del partido sin anotar una canasta en juego.
Fue un partido de altibajos, aunque con la sensación de superioridad del equipo marinense, incluso hasta el descanso, donde fue por detrás en el marcador por el enorme acierto en el triple de los locales. Un primer cuarto igualado y con un toma y daca de canastas y errores, en donde el Peixe vivió de Sevillano y Orellano, mientras intentaba buscar referencias interiores y la aparición de Gregory.
En el segundo cuarto, una sucesión de hasta seis triples de forma consecutiva de los anfitriones, unida a la sucesión de pérdidas de balón, lo colocaron en una difícil situación con una desventaja de hasta diez puntos (44-34). Los minutos finales del primer tiempo devolvieron la igualdad, una vez que la defensa del Peixe se endureció. Orellano tomó el mando, aparecieron Pantín y Vashil en la pintura y Gregory en el perímetro, para dejar todo abierto.
Tras el descanso el Peixegalego sacó su mejor repertorio y demostró la superioridad que se refleja en la clasificación. Fueron diez minutos de máxima intensidad defensiva, de control absoluto en el rebote en ambos tableros y, con ello, de facilidad anotadora en rápidas transiciones a lo que también se sumó acierto en el perímetro con Gregory y definición de los interiores bajo tableros. Fue una labor de desgaste empezó a poner los cimientos de la victoria final (47-53) porque en el rival no había señales de reacción.
El rival, desbordado en defensa y sin lucidez en el triple, permaneció a merced del juego coral del Peixe.
Incomprensiblemente, el Peixe desapareció de la cancha y entró en una fase de relajación que se juntó con una nueva racha anotadora desde el triple local. Además, una sucesión sin fin de pérdidas, muchas de ellas incomprensibles que fueron metiendo en el partido a los locales, mientras el equipo de Javi Llorente no era capaz de anotar ni apenas generar tiros cómodos. El parcial fue demoledor (15- 0) y el Peixegalego se pasó 6:15 sin anotar un solo punto, terminando el choque sin anotar ni una canasta en juego más y sobreviviendo a base de tres tiros libres de Romero y Gregory. Los dos triples locales que no entraron a falta de 25 segundos, aseguraron la victoria que mantiene al bando de Marín en la lucha por el play-off.
Explicó que "nos costó entrar, ellos tuvieron mucho acierto y con el partido resuelto, volvió su acierto y algo de relajación por nuestra parte, que se volvió en nerviosismo cuando vimos peligrar el triunfo". Añadió que "lo mejor es haber sacado el triunfo final, a pesar de haber sufrido".
En cuanto a las opciones de jugar esa última eliminatoria de ascenso apuntó que "no dependemos de nosotros mismos al tener el average en contra, pero las tenemos y lo que debemos hacer es ganar nuestro partido y esperar a ver qué hace Zamora".
Pase lo que pase en esa trepidante última jornada, el balance global es "muy positivo" para Llorente. "Por todo lo que hemos tenido que superar durante el año, nuestra irregularidad y errores propios y nuestra capacidad para ganar en pistas muy complicadas. Creo que si al final nos metemos somos capaces de ganar a cualquier rival y aspirar a todo", zanjó.
81 - Marín Ence Peixegalego: Orellano (17), Gregory (15), Sevillano (9), Badmus (9), Vashil Fernández (12) –cinco inicial–, Pablo González, Pantín (12) y Romero (5).
Árbitros: Palomo Cañas y Checa Nebot (Colegio Andaluz).
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima primera jornada de la segunda fase de la Liga Regular disputado en el Polideportivo Municipal La Paz (Guadalajara) ante unos 500 aficionados.
