El retraso en la aplicación del nuevo mapa escolar, que estaba previsto aplicar en el curso 2017-2018, ha causado una honda decepción en la comunidad educativa pontevedresa, sobre todo en los centros que más beneficiados se verían con la futura redistribución del alumnado, caso del CEIP Praza de Barcelos. El jefe territorial de Educación, César Pérez, manifestó el pasado martes que los plazos son demasiado ajustados para que el documento pueda aprobarse a tiempo, dado que el 1 de marzo comenzará el proceso de admisión de nuevo alumnado para el próximo curso. La Xefatura envió el mapa al Ayuntamiento en diciembre y el próximo paso será una reunión entre el propio Pérez Ares y la concejala de Educación, Carmen Fouces, prevista para el 14 de febrero. Posteriormente ella tendrá que convocar el Consello Escolar Municipal para darle el visto bueno (o no) al documento antes de que la Xefatura lo apruebe definitivamente.
Diversas fuentes dejaron entrever este miércoles que "altas instancias" de la Xunta podrían agilizar el proceso obviando el trámite del Consello para facilitar su aplicación el próximo curso, pero Pérez Ares reiteró que busca "diálogo y consenso". El trámite municipal es "preceptivo pero no vinculante" e ignorar ese paso podría desembocar en la anulación del proceso en caso de interponerse alguna denuncia. La Consellería, de momento, no se pronunció al respecto y por parte del Concello tampoco se produjo ninguna reacción, dado que Fouces se encuentra de viaje fuera del país.
La Xefatura Territorial de Educación apunta que el Consello Escolar Municipal es un trámite que no debe obviarse en el proceso
El último Consello Escolar Municipal se celebró el 24 de febrero de 2016 y en él la edil anunció la celebración de la siguiente sesión en cuanto se conociese la propuesta definitiva del mapa. Esta llegó hace mes y medio al Ayuntamiento, pero el encuentro no llegó a convocarse todavía.
INTENSO TRABAJO. "Un año más no da tiempo", lamentó un portavoz del equipo directivo del CEIP Praza de Barcelos. Este centro es uno de los principales beneficiados por la nueva zonificación, ya que aumentaría su área de influencia y le permitiría incrementar la cifra de alumnado. "La esperábamos como agua de mayo y esta noticia supone una gran decepción, evidentemente".
El equipo directivo insiste en que "igual no es la solución definitiva", pero el mapa es "muy necesario" para desarrollar un reparto equitativo de población entre los centros. "Volverá a haber colegios de primera y de segunda categoría. El proceso de admisión para el próximo curso comenzó este mismo miércoles para el alumnado que cambia de etapa educativa e incluso de centro y el 1 de marzo lo hará para los nuevos escolares. "Confiábamos en la zonificación y esto supone un nuevo retraso, pérdida de calidad educativa e incluso podría implicar la reducción de alguna unidad".
De hecho, recordó que si el año pasado el CEIP Barcelos recuperó el aula perdida en Infantil e incrementó notablemente su matrícula se debió al intenso trabajo de la comunidad educativa y a que la ANPA "se moveu moitísimo".
NUEVA RATIO. "Sinceramente pensamos que isto xa estaba aprobado", manifestó la portavoz de la ANPA del centro (O Galo), Sonia Canay, quien mostró su profunda contrariedad por el funcionamiento de las administraciones en este sentido. "Parécenos moi mal que a estas alturas, co compromiso que tiñabamos e a que se montou o ano pasado, esteamos así". Así, censuró que si la propuesta definitiva de la zonificación estaba lista en junio de 2016 no se trasladara al Ayuntamiento hasta seis meses después ("é unha raia nun mapa e un par de folios, dáballes tempo nunha tarde") y que este no convocase de inmediato el Consello Escolar Municipal. "Hai aulas sobresaturadas e en Barcelos correspóndenos unha área despoboada e sen rapaces. Isto téñeno que cambiar xa, pero parece que non lles preocupa demasiado". Canay recuerda que la ley obliga a revisar la zonificación "cando é necesario" y en Barcelos "levamos oito anos pedíndoo". Así, propone que si el mapa no se aprueba a tiempo, se baje la ratio de alumnos por clase de 25 a 18 como máximo para redistribuir a la población escolar.
La noticia tampoco gustó a la Federación Provincial de Anpas (Fanpa), que el miércoles tenía previsto abordar el tema en una reunión convocada previamente. "É bastante irracional que estando consensuada o ano pasado se pospoña outro ano porque non dea tempo", criticó su presidente, Roxelio Carballo. "Hai colexios claramente prexudicados, como Barcelos".
El nuevo mapa redistribuye al alumnado para aliviar la saturación de centros como el Vilaverde, Campolongo y Álvarez Limeses en favor de otros menos solicitados como Barcelos o Príncipe Felipe.
