PONTEVEDRA. Elnosa continuó ayer deshojando la margarita de su continuidad en Lourizán con una curiosa maniobra que consistió en comunicar formalmente a su comité de empresa el inminente cierre de la factoría, el próximo día 29, para desdecirse horas después tras una reunión con la Xunta.
¿Qué ocurrió en medio? Sencillamente nada. Tres conselleiros (el de Presidencia, Alfonso Rueda; el de Economía, Francisco Conde, y la de Medio Ambiente, Beatriz Mato; junto a la directora de Calidade Ambiental, María Cruz Ferreira, y el director xeral de Enxeñería e Minas, Ángel Bernardo Tahoces) se sentaron con la cúpula de Elnosa en Santiago para escuchar la misma queja que en anteriores contactos. La firma, propiedad de la lusa CUF, volvió a reiterar la necesidad de apuntalar los permisos imprescindibles para mantener la actividad industrial en Pontevedra, una vez vencido el plazo europeo para dejar de utilizar mercurio en su producción de cloro. Primero, Elnosa necesita prorrogar su concesión, pendiente de una decisión de Costas.
La dirección de la electroquímica escuchó del Gobierno autonómico el mismo discurso de los últimos meses. La Xunta está dispuesta a tramitar la continuidad de Elnosa siempre que disponga de todos los permisos necesarios. Ahora mismo, la competencia de esos trámites previos está en el tejado de la Dirección General de Costas (Ministerio de Medio Ambiente). Y el silencio administrativo no le sirve a la firma para garantizar su continuidad. Además, cuenta con la frontal oposición del Gobierno municipal de Pontevedra a su actividad a pie de ría.
Así las cosas, la empresa ya tiene diseñado un plan para desmantelar la planta de Lourizán. Parece sólo cuestión de tiempo y el comité de empresa es plenamente consciente de ello. Los representantes de los trabajadores fueron convocados a una reunión ayer por la mañana, antes del contacto en la Xunta. En ella, la dirección les trasladó que, «debido a que non rematan de dar a concesión, ven xurídicamente complicado seguir en Pontevedra e anuncian que a partir do 29 de xullo terá lugar o peche industrial», comentó el propio presidente del comité de empresa, Avelino García.
En esa tesitura, Elnosa seguiría funcionando únicamente con su vertiente administrativa y comercial, en la que se podría quedar parte de la plantilla. A cambio, tendría que adelantarse el ERE extintivo programado para agosto al día 27, dos antes de ese cierre industrial.
«Na reunión propuxeron que ata o 90% dos traballadores poderían recolocarse en Torrelavega (Cantabria), aínda que nós lles fixemos saber que debería constituirse unha mesa de negociación para falar desa recolocación, algo no que a empresa estivo a favor», aseguró García.
Sin embargo, tras la reunión mantenida con la Xunta, el Grupo CUF volvió a ponerse en contacto con los trabajadores para anunciarles que, por ahora, ante el silencio administrativo actual, esperarán a que Costas se pronuncie, algo que debería suceder antes del 29 de julio. «Non se decatan de que non é pechar a porta e xa está? Hai moito que facer, hai que deixar o terreo como estaba antes, é algo ao que obriga Medio Ambiente», señala el comité de empresa.
La plantilla, entretanto, se prepara para lo peor: «Xa vemos o que vai vir e, de feito, hai 15 días estivemos en Torrelavega cos compañeiros de CC OO para ver como é, as condicións... Malia que non son conscientes de que estamos a falar de familias e que Torrelavega está a 500 quilómetros de Pontevedra».
MAREA REIVINDICA LA RÍA. El portavoz de Marea en el Concello, Luis Rei, valoró positivamente el cese de actividad de Elnosa y recordó que, tras el cierre, las administraciones deben iniciar «un proceso de recuperación integral deses terreos, tal como se indicaba na moción aprobada o 15 de setembro no Concello».
