Eloy Arenas, actor

"El humor nunca ofende, la que se ofende es la gente"

Hacer risas con la banda terrorista ETA nunca se había visto en el teatro español hasta que Jordi Galcerán escribió 'Burundanga'. La obra sigue girando ocho años después de su estreno. El 6 de octubre abre la temporada del Pazo da Cultura. Eloy Arenas es uno de sus protagonistas. "La gente se harta de reírse", dice

El actor Eloy Arenas en una foto promocional de Burundanga
photo_camera El actor Eloy Arenas en una foto promocional de Burundanga

UNA COMEDIA de enredo en un escenario inédito en el teatro español: el del fin de la banda terrorista ETA. Eso es Burundanga. Jordi Galcerán (El método Grönholm) es el autor de esta obra, que tiene entre sus protagonistas a un actor que ha vinculado la mayor parte de su carrera a la comedia, Eloy Arenas (Dolores, Alicante, 1950). El montaje abre la temporada teatral del Pazo da Cultura de Pontevedra el 6 de octubre (21.00 horas, ticketea.com, 21 euros).

Siete años después, Burundanga sigue en escena. ¿Se lo imaginaban cuando estrenaron?

Para nada. La estrenamos en julio de 2011. Vamos por la octava temporada. Pero es que es aún peor porque la obra iba a tener una vida de mes y medio. Fue por el tiempo que nos contrató el empresario. Y fíjate. Desde el principio fue un proyecto robusto, con muy buenas críticas y respaldado por el público. De ahí esta vida extraordinaria.

Hacer humor con el final de la banda terrorista ETA hace no muchos años en España sería impensable.

Es cierto. Pero costó, no te creas. Cuando la obra se estrenó, ETA todavía no se había disuelto y aún estaba armada. Al principio, mucha gente iba a ver la obra sin acabar de relajarse. No sé si por temor o por desprecio. Al final lo que tenemos aquí es una historia de amor. Dos chicas que comparten apartamento deciden utilizar la burundanga, la escopolamina, como un suero de la verdad para enterarse de si uno de sus novios quiere o no tener un hijo. Lo que pasa es que al utilizarla con él, acaban enterándose de muchas más cosas. Esa es la historia.

Así que aquella idea de Woody Allen de que "comedia es tragedia más tiempo" aquí se cumple.

Sí. Es verdad. El paso del tiempo es lo que permite hacer comedia. Caín mató a su hermano Abel y ahora hacemos chistes sobre ello y nos hacen gracia. Es así. En cuanto se gana un poco de distancia, el humor parte raudo. Pero también porque nosotros mismos, los seres humanos, somos los que lo necesitamos. Somos los que usamos el humor como si fuera un disolvente. Y efectivamente funciona así, como un disolvente. Por eso, cada vez más, ni siquiera necesitamos ya que pase demasiado tiempo para hacer humor sobre algo, porque necesitamos que nos ayude a disolver eso que nos hiere, que nos afecta, que nos entristece. Esto es lo que ha hecho Galcerán.

Precisamente Jordi Galcerán dijo justo antes del estreno de Burundanga que "pretendo no ofender a nadie". ¿Tiene límites el humor? ¿Se puede o no hacer humor de todo?

El humor nunca ofende, la que se ofende es la gente. ¡Cuánta gente se habrá ofendido con esta obra sin quererlo Jordi Galcerán! Pero es que vivimos una época complicada en este sentido. Es como intentar ponerle límites al aire, que a veces es como una brisa y otras veces como un vendaval. El humor es lo mismo: a veces fino, a veces más grueso; a veces toca temas intranscendentes y a veces temas más delicados e importantes; mitos tanto religiosos como políticos. No debería pasar nada porque el humor nace libre. Y libre debería ser. Otra cosa es el buen gusto o incluso la inteligencia, si me apuras. Son cosas diferentes. Se puede decir todo, las cosas más salvajes, si sabes cómo hacerlo y no ofender a nadie. Aquí, el camino más recto entre dos puntos es la línea curva, que es la que utiliza el humor. Y te pongo un ejemplo, el de uno de los mayores humoristas de este país, además gallego, Wenceslao Fernández Flórez.

La mayor parte de su carrera ha estado ligada a la comedia. ¿Ha echado de menos hacer más personajes dramáticos?

Los hice en mis inicios. Empecé en la interpretación, en Alicante, haciendo teatro dramático. Por lo demás, yo no practico la búsqueda, practico el encuentro. Me encontré con la comedia y ya no he podido dejar de hacerla.