La inoportuna lluvia del mes de junio y la complicada agenda de los miembros del batallón do Cuartel General Galicia VII de la Brilat y de los responsables de la Guardia Civil motivaron que el Concello de Ponte Caldelas viviese este martes una tarde de jornada laboral inusualmente emocionante y concurrida.
La jornada fue la elegida para celebrar los actos aplazados de la conmemoración del 210 aniversario de la Batalla de Ponte Sampaio contra los franceses, un hito de la Guerra de la Independencia que culminó en Ponte Caldelas, en el puente sobre el río Verdugo, en una escaramuza en la que decenas de vecinos de este municipio, el de Cotobade, el de A Lama y el de Soutomaior, lucharon armados con aperos de labranza y vencieron a los más de mil hombres enviados desde Pontevedra por los mariscales Ney y Soult. Esta victoria fue el prólogo de la renuncia de las tropas francesas a Pontevedra y, un mes más tarde, a Galicia.
Pasaron 210 años, pero la villa caldelana aspiraba a celebrar de modo vibrante esta fecha redonda, motivo por el que consiguió que el Ejército y la Benemérita aceptasen compartir la organización de una jornada de exhibición en la villa.
La cita se desarrolló el miércoles, inicialmente con unas maniobras del batallón en montes de Ponte Caldelas, y con el recorrido desde A Cruz do Brasil, en A Fracha, hasta la villa caldelana.
SUICIDA. Ya por la tarde se produjeron los momentos más intensos de la jornada, primero, con el simulacro de atentado suicida, y, posteriormente, con la ofrenda a los caídos. El simulacro contó con un amplio despliegue de medios en la zona central de la Praza de España, en donde se acumulaban cientos de vecinos, expectantes.
Ante ellos, un joven armado con un cinturón de explosivos lo hizo detonar y, por así decirlo, abrió el telón a la actuación militar. La amenaza fue controlada por un pelotón y el equipo de reconocimiento, dotado con trajes de protección radiológica, nuclear, biológica y química. La recreación incluyó una baja en el pelotón y su evacuación. La Guardia Civil simuló también un control de accesos y persecución en este mismo contexto.
La jornada se completó con una ofrenda a los caídos y un concierto de una parte de la Banda de Guerra de la Brilat, que hizo su entrada por el puente en el que se produjo la batalla original. La banda dio un miniconcierto y no se dejó atrás la interpretación de la Muiñeira de Ponte Sampaio, como homenaje a esta localidad.
Los asistentes también pudieron participar en actividades lúdicas para los más pequeños y ver los distintos equipamientos expuestos tanto por la Benemérita como por el Ejército. Así, en la Alameda fue posible ver desde un vehículo de combate de defensa, Vamtac Tow. un vehículo de combate VAMTAC ST5, o una unidad de la Benemérita con dos perros rastreadores de drogas y explosivos.