Opinión

Empleos soñados. ¿Qué seré de mayor?

EN EL TRAMO inicial del presente siglo la arquitectura —junto con el trabajo en la construcción en una versión más prosaica— causaba furor en nuestro país entre los jóvenes. Conformaba todo un paraíso laboral. Cuando finalizaron los estudios universitarios quienes ante semejante edén se decantaron por la citada disciplina universitaria, la situación resultaba inaudita. Había estallado la burbuja inmobiliaria y encontrar trabajo resultaba una quimera.

Hace unos días, dentro del desarrollo del Foro Económico Mundial de Davos, la OCDE ha hecho público su macro estudio titulado en castellano, Empleos soñados: las aspiraciones profesionales de los adolescentes y el futuro del trabajo. Los protagonistas del análisis fueron jóvenes de 15 años entrevistados en 2018 a nivel mundial, España incluida. Una de las conclusiones centrales del informe, el ideal laboral de estos jóvenes cuando tengan 30 años, llama poderosamente la atención. Para unos adolescentes tan interconectados, tan de redes sociales y similares, salvo alguna excepción, "los trabajos más atractivos son aquellos que se crearon en el siglo XX o en épocas anteriores".

Para las jóvenes españolas, las diez profesiones más deseadas —en orden decreciente— son: profesoras, médicas, psicólogas, abogadas, enfermeras, policías, escritoras, diseñadoras, juristas y veterinarias. Mientras, los chicos aspiran ser profesionales TIC, policías, ingenieros, profesores, mecánicos, médicos, Messi —deportistas—, bomberos, escritores y diseñadores. Al igual que sus colegas de gran parte del planeta, en muchos casos tanto ellas como ellos tienen como horizonte actividades consideradas obsoletas o en riesgo de extinción inmediato. Las profundas transformaciones experimentadas por las actividades laborales en las últimas décadas han impactado de forma mínima en sus expectativas de trabajo. “Las encuestas muestran que demasiados adolescentes ignoran o desconocen los nuevos tipos de trabajos que están surgiendo, particularmente como resultado de la digitalización”, afirmó Andreas Schleicher —Director de Educación de la OCDE— en la presentación del informe en la Cumbre de Davos.

Con un mercado laboral cambiante e impredecible, donde según cualificados especialistas mundiales el 85% de los puestos de trabajo que existirán en 2030 todavía no han sido creados, causa perplejidad la apuesta por un 40% de actividades sin futuro de los jóvenes españoles —41% en sectores desfavorecidos, 37% entre las clases pudientes—. Orientadores y orientadoras de los centros de enseñanza, ¿están informando de forma correcta al futuro de nuestro país, a los jóvenes estudiantes? En sus charlas les comentan que el porvenir, junto a ese 85% de profesiones a crear, está en Big Data, Cloud Computing, Inteligencia Artificial, impresión en 3D, robótica terapéutica, protésico robótico, ingeniería de nanorrobots, analistas de datos, expertos en perfiles de ciberseguridad, especialistas en realidad virtual y aumentada... Como es de desear, seguro lo están haciendo. Sin embargo, los resultados no confirman la percepción.

Comentarios