Los empresarios de Barro hacen visible en la calle su rechazo a las restricciones

Con cinco contagios y ningún caso nuevo esta semana, el Concello no pudo pasar a nivel básico ► La hostelería, ahogada por el cierre perimetral
Comerciantes y hosteleros en la concentración. RAFA FARIÑA
photo_camera Comerciantes y hosteleros en la concentración. RAFA FARIÑA

Los vecinos de Barro siguen denunciando la situación de injusticia que, entienden, se está produciendo con este municipio en el que, con cinco contagios activos y toda una semana sin nuevos casos, se mantienen las medidas de restricciones propias de un nivel medio alto y el cierre perimetral que impide desplazarse al concello o salir de él.

El alcalde, Xosé Manuel Fernández Abraldes, se postuló de nuevo este sábado por la mañana en su perfil oficial como regidor en la red social Facebook. Abraldes aludió a la situación, en teoría causada por un error no rectificado por parte de Sanidade, que impide que el Concello pase a tener un nivel de restricciones básico como por ejemplo sí tiene Campo Lameiro (municipio en donde solo hay un caso en actualidad).

Abraldes insiste en que no se entiende "este trato diferente por parte da Xunta" y afirma que seguirá pidiendo explicaciones por el mismo y las consecuencias que este tendrá en el sector comercial y hostelero en este momento tan delicado del año.

Los hosteleros y empresarios de Barro, por su parte, han vuelto a salir a la calle por segunda vez esta semana para alertar de su situación. Su principal demanda es que se ponga fin al cierre perimetral y se permita la circulación a Barro y desde Barro. Este Concello, tan relacionado con la comarca de Pontevedra y con la capital, puede estar padeciendo peores consecuencias comerciales desde que está perimetrado solo y no se puede acceder desde Pontevedra, que en la etapa en la que estuvo confinado con la cabecera comarcal.

Pero ese nos es el único problema que ven en el municipio. El toque de queda a las 23.00 horas es otra de las cuestiones que perjudica, en especial a hosteleros y restauradores. "Aquí veñen moitas persoas de fóra do concello a mercar e consumir e queremos que así siga sendo. Verducido, Briallos, Mosteiro, Moraña, Ceroponzóns, a Devesa son parroquias limítrofes que mercan moito en Barro e ao Non poder vir perxudican moitisimo as ventas e en especial nestas datas", indican los comerciantes. En el caso de los restaurantes, el toque de queda y la menor afluencia hace que algunos reciban cancelaciones y estén trabajando muy por debajo de sus necesidades.

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