Ence cifra sus inversiones ambientales del año pasado en diez millones de euros. Así lo informó este domingo la compañía en un comunicado de prensa, en el que destacó en 2019 llevó a cabo un "amplo programa de melloras para incorporar novas tecnoloxías nas súas instalacións".
De este plan, 5,5 millones de euros se destinaron a proyectos como la reducción de olores, "vapores" y ruidos en el complejo industrial de Lourizán. "Neste sentido xa se conseguiron grandes avances, posto que o cheiro se chegou a reducir nun 99% dende que comezou o proxecto de cero cheiro no ano 2010, pasando de máis de 4.000 minutos de cheiro mensuais a menos de un minuto por día", indica la empresa en el citado comunicado.
La pastera asegura además que también ha dado pasos adelante en el tratamiento del agua que capta de forma directa del río Lérez. El objetivo es minorar el consumo de los recursos hídricos para producir celulosa. En este caso, la inversión ejecutada se cifra en 2,5 millones de euros. Según datos de Ence, el consumo bruto de agua ha bajado un 10%, "un descenso que se eleva ao 23% se se compara cos datos de 2016".
Otra de las mejoras ambientales señaladas por la firma que preside Ignacio de Colmenares es la instalación de un nuevo flotador en la planta depuradora, "o que supuxo dar maior robustez ao sistema de tratamento de efluentes". En esta obra se invirtieron dos millones de euros.
La compañía también culminó el año pasado su plan de integración paisajística, que tiene como objetivo reducir el impacto visual de la factoría en su actual ubicación. El proyecto, que permitió envolver algunas de las estructuras fabriles e introducir "masas de arboledo ao redor do complexo", contó con un presupuesto de cuatro millones de euros y en él participaron 18 empresas gallegas.
"A empresa traballa para que todas as súas plantas sexan exemplo de sustentabilidade. Ence Pontevedra é un exemplo de contribución á economía circular, e mesmo recoñecida con prestixiosos recoñecementos internacionais, como a Distinción de Ouro da Comisión Europea pola súa mellora ambiental; a etiqueta Nordic Swan, selo ecolóxico dos gobernos escandinavos, e o certificado Aenor Residuo Cero, que a acredita como unha organización cunha xestión eficiente", destaca Celulosas.
