Tras la victoria del miércoles frente al Céltiga, la quinta en lo que va de pretemporada, el Pontevedra volvió este jueves a ejercitarse en sesión vespertina, ya que a mediodía la plantilla al completo, además de cuerpo técnico y miembros directivos del club, acudieron como cada año a su cita con la Virgen Peregrina, en una ofrenda floral que ya es un clásico de los agostos del club granate, que vuelve a encomendarse a la patrona de la ciudad para que les guíe de nuevo en su nueva travesía por la división de bronce del fútbol español.
Los hombres de Luisito volvieron este jueves por la mañana a los entrenamientos en el Municipal de A Seca, en una sesión que sirvió a los jugadores para soltar piernas y como recuperación después del desgaste sufrido en el partido, pero sin perder la intensidad que siempre está presente en los ejercicios impuestos por el técnico teense.
El equipo afronta este fin de semana sus últimos partidos de pretemporada frente a la UD Ourense y el Marcón Atlético
Kevin Presa, que el miércoles se retiraba del encuentro frente al Céltiga cojeando de forma ostensible, estuvo presente en la sesión, al igual que jugadores que todavía arrastran molestias debido a la carga física que están soportando en la pretemporada, tales como Jorge Hernández, Ion Etxaniz o Marcos Álvarez.
Recién salidos del vestuario, la plantilla granate, así como su cuerpo técnico, se dirigieron a la Iglesia de la Peregrina, acompañados de los miembros directivos del club de la Boa Vila. El Pontevedra Club de Fútbol no faltó a su cita anual con la patrona de la ciudad, a la que se encomendó, como cada año, en la habitual ofrenda floral, que comenzó a las 13.00 horas.
COMIDA OFICIAL. Tras el acto religioso, el grupo se desplazó hasta el Hotel Rural Campaniola con motivo de la celebración de la primera comida oficial del conjunto granate, que inaugura de esta forma la nueva temporada, con hasta el momento, doce nuevas caras en las filas pontevedresas, a la espera de un delantero que cierre definitivamente la plantilla del nuevo curso.
Tras la comida, los jugadores del equipo lerezano gozaron de un descanso que duraría hasta la mañana de este viernes, donde volvían a los entrenamientos, de nuevo, en Poio, en el campo de A Seca, ya con la mente puesta en la UD Ourense, próximo rival de una pretemporada que se cerrará este domingo frente al Marcón Atlético, último equipo para que Luisito encaje las piezas del puzzle que colocará en el inicio de liga, el domingo día 20 ante el Celta B.
La pretemporada está siendo, como es habitual, muy exigente para las piernas de los jugadores granates, algo que, tal y como afirma David Goldar, una de las incorporaciones de este nuevo curso, "a lo largo de la temporada nos va a ayudar a mantenernos frescos y afrontarla con mucha más intensidad".
El Pontevedra se encuentra en la fase final de su preparación de cara al inicio liguero. El balance hasta la fecha es de dos derrotas, ante rivales de mayor categoría, Deportivo de la Coruña y Sporting de Gijón; y cinco victorias, frente a Coruxo, Arosa, Porriño Industrial, Estradense y Céltiga.
