Ni siquiera los suecos, con su fama de gente seria, pueden evitar extraviar datos informáticos de vez en cuando. Esta vez, la situación fue especialmente embarazosa, ya que un trabajador de las Fuerzas Armadas de este país nórdico dejó olvidada una memoria USB en un ordenador de un centro público de Estocolmo.
Entre la documentación que contenía el dispositivo se encontraban dos documentos clasificados, que hablaban sobre la amenaza de las minas y otros artefactos explosivos en Afganistán. También se hacía mención a otros países, incluyendo los Estados Unidos, lo que podría comprometer la seguridad de estos estados.
Lo devolvió un periódico
El aparato extraviado lo encontró un ciudadano, que tuvo el civismo suficiente para llevarlo... al periódico Aftonbladet. El diario devolvió el USB, después de hacerse eco de la noticia. Las autoridades militares localizaron al despistado trabajador inmediatamente, pues ya había notificado la pérdida a sus superiores.
El Alto Mando aseguró que se toman muy en serio estos incidentes, y que ya abrió dos investigaciones, una militar y una civil para aclarar el sucedido. Un coronel sueco se reunirá también con los países mencionados en los documentos clasificados para informarlos de la posible vulneración de secretos militares.
El reglamento de las fuerzas armadas suecas especifica en qué soportes se debe guardar la información comprometedora. Los documentos secretos sólo se pueden almacenar en dispositivos USB comprobados y cifrados, mientras que la información catalogada cómo 'clasificada' se trata con mucha menos severidad, y puede guardarse en dispositivos USB convencionales.
