Recuerdan que este jueves les hablé de la familia Pereira, que protagonizan el spot de televisión de las placas de inducción Balay? Pues ya sé quienes son y por qué salen en la tele.
Me he enterado de todo. No se imaginan lo contenta, lo satisfecha y lo realizada que se siente una cuando consigue averiguar el por qué de las cosas. Lo primero que tengo que contar es que los Pereira son una familia de verdad. Nada de actores, nada de simulación y nada de clientes un millón, como me imaginaba yo. Simplemente respondieron a un anuncio por palabras en el que se pedía una localización, una casa y una familia gallega. Esto me lo ha contado el mismísimo José Pereira, el cabeza de familia, que protagnizó con su mujer, hijos y nietos el anuncio. A todos ellos les pareció buena idea, aunque, inicialmente, pensaron en lo bonita que saldría su casa en la tele. Al final de todo el periplo, la agencia de publicidad les eligió como protagonistas de su spot, aunque les llevó a otro emplazamiento, en Punta Vicaño. Porque, sepan que la familia Pereira no reside en Sanxenxo, sino en Marín. Allí, muchos les han reconocido y les paran incluso por la calle para felicitarles. Me temo que José Pereira y su mujer, Mary Carmen Rodríguez, se sintieron un poco abrumados por mi crónica del jueves. Prometo no darles más sustos en mi sección, aunque, ahora que sé que son reales y muy amables, les mando un fuerte abrazo y les felicito por ser tan majos y espontáneos.
Dejo para el final los cumpleaños. Llevo toda la semana felicitando. En este caso, me toca mandar besos a Manuel Hermo, director del CIFP Carlos Oroza. Sopló el jueves 44 velitas. Por último, no sé si tengo que felicitar o no a Kalandraka, que se mudan. No teman, no parece que esta editorial, una de las más queridas de la ciudad, vaya a descentralizar la producción. Se cambian al piso de enfrente.
