A Escusa sigue disfrutando de su rapa

Centenares de personas y numerosos 'aloitadores' retaron a las altas temperaturas en el curro de San Ramón

Un instante de la jornada grande de la Rapa da Escusa, una de las citas tradicionales del verano en Poio. RAFA FARIÑA3
photo_camera Un instante de la jornada grande de la Rapa da Escusa, una de las citas tradicionales del verano en Poio. RAFA FARIÑA

Pocos minutos después de las 16.00 horas de este domingo los termómetros superaban los 36 grados en el Monte Castrove. El sofocante calor, no obstante, no se convirtió en un impedimento para que A Escusa celebrase, un año más, la Rapa de San Ramón, una tradición que, gracias al soberano esfuerzo de la organización y a la implicación de los aloitadores, continúa sobreviviendo.

Un instante de la jornada grande de la Rapa da Escusa, una de las citas tradicionales del verano en Poio. RAFA FARIÑA

Aunque el número ejemplares que bajaron al curro fue un tanto inferior al de citas pretéritas (entre 60 y 70, según los cálculos de los responsables del evento), el espectáculo dio mucho de sí. Y es que presenciar la lucha cuerpo a cuerpo entre hombre y animal, una tradición ancestral que, con el paso del tiempo, ha acabado por convertirse en un importante atractivo turístico, es digo de disfrutar. Aloitadores de diferentes villas de la provincia de Pontevedra se dieron cita en A Escusa para rapar a los monstrencos. "Participou bastante xente, de aquí e de outros concellos como Moraña", apuntaron desde la organización, que confirmó, además, que la rapa transcurrió sin ningún tipo de incidente.

PÚBLICO. La ola de calor no solo no restó afluencia a la presencia de aloitadores, sino que tampoco restó público a la cita. El entorno del curro lució un aspecto inmejorable, con unas 300 personas presenciando la rapa. El hecho de que hubiese sombra a buen seguro que lo agradeció un público que no se cansó se alentar a los rapadores, entre los que había gente de todas las edades.

Un instante de la jornada grande de la Rapa da Escusa, una de las citas tradicionales del verano en Poio. RAFA FARIÑA2

La jornada dio comienzo a las 11.30 horas, con la bajada al acurro de los caballos. Una vez allí, se procedió a retirar a los potros. Tras trasquilar a las bestias, la organización procedió a la venta de los propios potros. Los vendedores se mostraron moderadamente satisfechos con los resultados y ventas.

Ahora, los responsables de la Rapa de San Ramón ya piensan en la cita del próximo año.

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