España busca ante Marruecos su lugar en Rusia

El combinado de Hierro se lanza a por un triunfo con el que meterse en octavos como primero de grupo

Los jugadores celebran el gol de Costa ante Irán. JULIO MUÑOZ (EFE)
photo_camera Los jugadores celebran el gol de Costa ante Irán. JULIO MUÑOZ (EFE)

España compite este lunes contra Marruecos (20.00 horas) en la última jornada del grupo B del Mundial 2018, un partido que traza su futuro en el torneo, con tres posibilidades, desde la primera posición y aparentemente el cuadro más accesible o la segunda plaza hasta una eliminación complicada.

En el estadio de Kaliningrado, cuyo irregular estado del césped preocupa a ambos equipos, la selección española necesita un solo punto para sellar su pase a los octavos de final.

Desde su eliminación en la Eurocopa 2016, España se mantiene invicta. Son ya dos años concentrados en 22 partidos sin derrotas, con quince victorias, siete empates, 71 goles a favor y con al menos un tanto en cada una de las paradas de ese recorrido. Veinte pertenecen a la era Lopetegui; dos a la de Fernando Hierro.

A la vez, la pegada es indudable en España en este Mundial 2018, personificada en Diego Costa, con tres goles en dos encuentros, pero sobre todo en apenas cuatro remates entre ambos choques.

La titularidad del hispano-brasileño es, hoy por hoy, indiscutible en un once en el que no se prevén apenas cambios, solo algún retoque, como la vuelta de Koke al centro del campo junto a Sergio Busquets en lugar de Lucas Vázquez o la posibilidad de dar descanso a Silva o Iniesta. Si es así en alguno de los dos casos, Asensio, Iago Aspas o Saúl Ñíguez aparecen como alternativas.

No se esperan más que una o dos novedades como mucho en la alineación, que mantiene el núcleo de siempre en la retaguardia, con David de Gea en la portería, aún bajo el foco por su fallo ante Portugal pero reafirmado por la confianza de Hierro, y con Carvajal, Sergio Ramos, Piqué y Jordi Alba en la defensa.

Estos tres últimos, además del guardameta, fueron fijos en cada uno de los dos encuentros con todos los minutos, al igual que Isco, un líder con la pelota para su equipo, y Busquets, la esencial conexión defensa-ataque de España. Los dos son titulares inamovibles para Hierro. El mediocentro catalán está apercibido de sanción.

Enfrente, Marruecos, sin opción alguna de clasificación, saltará al césped con la obsesión de no irse con un cero de este mundial.

Los magrebíes impresionaron por su juego, directo y al ataque, con la pelota como protagonista. Anclado en 4-5-1, al equipo de Hervé Renard le gusta construir desde atrás, mascar la jugada en el centro del campo y percutir por la banda.

Aprietan en la presión alta y se repliegan con velocidad, con dos laterales muy largos, dos centrales sobrios, y un pivote defensivo rápido y efectivo, una disposición que puede beneficiar a España, ya que no se encontrará un equipo colgado del larguero como ocurrió frente a Irán.

Un concepto de defensa más arriesgado pero que, en todo caso, le ha funcionado a los "Leones del Atlas" hasta la fecha, ya que solo han encajado dos goles en esta Copa del Mundo, y le sirvió para mantener la portería a cero en seis de los partidos de su clasificación.

Existen varias dudas en torno al once que el técnico francés vaya a presentar. Es casi seguro que el extremo del Leganés, Noureddine Amrabat, ocupe una de las bandas, mientras que la otra se la disputarán el madridista Achraf, el defensa del Lille Mandyl y su colega del Fenerbahce Nabil Dirar.

En la punta de ataque, Renard optó por El Kaabi frente a Irán y por Boutaïb contra Portugal. Todo apunta a que el buen partido de este último en el estadio Luzhniki podría servir para que repitiera titularidad frente a España. También podría volver al centro del campo el joven centrocampista del Schalke 04 Amine Harit, que dejó destellos de mucha clase en el primer partido.

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