"Estar en casa me hizo volver a crear"

ARTE EN TIEMPOS DE PANDEMIA ▶La artista de Portonovo Sarai Deza ha visto en el confinamiento una oportunidad para reconectar con la fotografía, de la que llevaba apartada más de un año
Las obras Tristeza y Alegría de la serie Recreando emociones, en las que la artista de Portonovo se retrata a sí misma. SARAI DEZA
photo_camera Las obras 'Tristeza' y 'Alegría' de la serie 'Recreando emociones', en las que la artista de Portonovo se retrata a sí misma. SARAI DEZA

Después de un año y medio "de introspección artística" en el que la artista de Portonovo Sarai Deza se había apartado de la fotografía temporalmente, el confinamiento la ha ayudado a salir de su parón artístico y emocional. "Estar en casa me ha hecho volver a crear y hacer fotos. Después de estar desaparecida de las redes sociales volví a presentar contenidos que hablaban de mis emociones", cuenta.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Disgust💚💩💛.⠀ ⠀ Para mí el asco es obviamente verde, verde como algunas verduras que no me gustan (aguacate, apio, acelga,...), verde como aparecen en los dibujos animados los mocos, los pedos, el vómito o el mal olor. Pero también marrón, como la caca o amarillo como los filtros de los cigarrillos, el vómito, el pis, el pus.⠀ ⠀ Pero el verde, amarillo y marrón también son tres colores característicos de algo que me da muchísimo asco y es el tema principal de la fotografía: el moho y los virus. Una de las compulsiones más fuertes que tengo del TOC (trastorno obsesivo compulsivo) tiene que ver con la higiene de las manos y los alimentos. Nunca me vais a ver comer sin haberme lavado las manos y si no puedo hacerlo, nunca jamás tocaré la comida o haré todo lo posible para no hacerlo. Para mí tocar la comida sin lavarme las manos es como comer comida podrida. Me lavo las manos obsesivamente desde pequeña, incluso llegando a tener grietas y heridas de tanto lavarlas. Yo me lavo las manos, cojo el móvil un segundo y me las vuelvo a lavar. Incluso los geles desinfectantes me dan mucho asco también porque al no usar agua para aclarar, siento que me estoy comiendo un montón de bacterias y virus muertos.⠀ ⠀ Evidentemente con toda esta situación esto se ha agravado y se que es irracional y ridículo, pero es lo que tienen las obsesiones, carecen de lógica. Pero por una vez siento que sí tiene sentido tanta obsesión. #lavatelasmanos.⠀ ⠀ ⠀ @yolandagarciaphotograph y yo hemos decidido crear fotos con las emociones estos días. En principio haremos las cinco principales: miedo, ira, tristeza, alegría y asco, pero igual luego hacemos alguna más. Os podéis unir a nosotras si queréis, si las publicáis, etiquetadnos o usad el hashtag #Recreating_Emotions.⠀ ⠀ #conceptualphotography #conceptualart #art #photography #selfportrait #fineartphotography #portraits #lookslikefilm #beautifulbizarre #isideout #featurepalette #hallazgosemanal #featuremeofh #makeportraitsmag #photosfever #portraitgames #pr0ject_soul #toc #ocd #trastornoobsesivocompulsivo #obsessivecompulsivedisorder #virus #bacteria #disgust #asco #RetoFESPIRAL

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Un período de confinamiento en el que afloraron más que nunca las emociones y una etapa del estudio del color son el resultado de Recreando emociones, el nuevo proyecto de la artista de Portonovo que ha ido viendo la luz estos días progresivamente y de forma online. "Me puse de acuerdo con una amiga para representar estas emociones tan nuestras. Yo me quedé con miedo, tristeza, alegría, ira y asco. Con esto hemos vuelto a hacer fotos, y mucha gente ha notado un salto en mi trabajo, que creo que sí he tenido al centrarme más en el estudio del color".

"Cuando escuché los testimonios tuve que hacer descansos para tomar aire. Estuve un mes muy cabreada con la vida"

DESDE EL SALÓN. La artista de Portonovo, afincada en Madrid, confiesa que "en mi piso de aquí no dispongo de un estudio como el que tengo en Portonovo, con una habitación dedicada a mi trabajo. Cuando estoy aquí el estudio es el salón de mi casa, que no debe medir más de 10 metros cuadrados. Tengo que hacer malabares con el trípode, la cámara, el flash y un estor con el fondo gris". Pero, incluso en ello, no deja de ver una oportunidad. "Los artistas con menos recursos somos incluso más creativos para ingeniárnoslas". Y, aunque el confinamiento, que todavía continúa en la fase 1 en Madrid en estos momentos, ha provocado una oleada de iniciativas en las redes, Deza insiste en que prefiere seguir su ritmo. "Al comienzo de todo esto he notado mucha presión por parte de otros compañeros artistas que comenzaron a realizar retos e iniciativas. Eso me generó ansiedad y decidimos hacer Recreando emociones quitándonos agobios y esa presión de las redes por crear constantemente. Tener más seguidores no quiere decir que seas mejor artista y obsesionarse con los números es mercantilizar tu obra, a no ser que vivas de ello, como no es mi caso".

Tras la buena acogida de este proyecto, que suscitó reacciones de todo tipo en las redes sociales, la artista ya prepara un verano gallego lleno de proyectos. "Siempre y cuando nos dejen salir de Madrid este verano, si puedo volver a Portonovo organizaré una quedada que tengo pendiente". Se trata de un proyecto en el que, con Deza como guía, varios fotógrafos de diferentes lugares recorrerán diferentes localizaciones gallegas en busca de la inspiración. "Pretendemos centrarnos en Pontevedra, pero todavía hay mucha incertidumbre sobre lo que se podrá o no hacer".

Sarai Deza ha sacado a la luz 'Voces', un proyecto audiovisual cuya presentación estaba prevista en las salas de arte durante el pasado mes de marzo, y que fue aplazada hasta noviembre

CONTRA EL MACHISMO. También en pleno confinamiento, "en una situación delicada en la que muchas mujeres conviven con su agresor" Sarai Deza ha sacado a la luz Voces, un proyecto audiovisual cuya presentación estaba prevista en las salas de arte durante el pasado mes de marzo, y que fue aplazada hasta noviembre. A pesar del retraso en la presentación, Voces ya está disponible online a través de las redes de la artista, y cuenta las historias de varias mujeres de habla hispana de todo el mundo que han sufrido violencia machista, "desde el sexismo más benevolente hasta la violencia de forma explícita".

"Reconocernos en los testimonios nos ayuda a pasar de la vivencia individual a la lucha colectiva", relata la artista, quien reconoce que escuchar todos estos testimonios ha sido "muy duro". "No lo pasé tan mal con los que yo misma grabé, porque fui recogiéndolos poco a poco. Pero también di la oportunidad que me los enviasen telemáticamente. Estos los escuché el mismo día e incluso tuve que hacer descansos de 15 minutos para tomar aire, de lo duro que ha sido escuchar todo esto", confiesa.

Después de publicar el vídeo, recibió muchos más. "Estuve un mes muy cabreada con la vida. Yo siempre digo que el feminismo es muy duro, porque una vez que entras hay muchas cosas que tienes idealizadas, como ciertas películas, que se te caen. Pero también tiene muchas cosas buenas". La artista, que también se ha atrevido a contar su propia historia como víctima de violencia machista en un vídeo de dos horas, pretende abrir los ojos a la sociedad. "No soy yo quien tiene que esconderse".

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