El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, ha sido obligado a abandonar la zona de público durante el pleno de la Diputación de A Coruña junto con otras ocho personas por interrumpirlo y proferir insultos contra los asistentes.
El punto número catorce de la sesión plenaria de hoy ha traído polémica, pues varios de los asistentes han intervenido al escuchar su título, que era la "aprobación del convenio de colaboración entre la Diputación de A Coruña y el Ayuntamiento de Cabanas para la financiación de las obras de señalización del nomenclátor municipal de calles y caminos".
En ese instante, García Seoane ha pedido la palabra, a lo que el presidente del organismo provincial, Diego Calvo, le ha contestado que no la tenía y que si la quería debería "pedirla por escrito para que se le diera en el siguiente pleno", por lo que lo ha instado a que dejase seguir el pleno ahora que ya "tiene la foto".
"La foto la tiene usted que anda de guapo por la vida, solo le estoy pidiendo que me de la palabra, no voy a conseguir el atropello que va a hacer con el Ayuntamiento de Oleiros, hace una política partidista y lo que quiere hacer es ilegal", ha respondido el alcalde del municipio limítrofe con A Coruña.
Tras insistir en que no tenía la palabra, Calvo le ha dado el segundo aviso de expulsión y después le ha pedido "que abandone la sala", lo que ha recibido una contestación inmediata del edil oleirense, mientras el alcalde de Outes, Carlos Crespo, le ha reprochado que es "un maleducado" y que siempre actúa de la misma manera "armando escándalo".
"Expúlseme usted que es lo que quiere, está impugnado, se está saltando las leyes a la torera, tengo tanto derecho como usted como alcalde, déjeme ser respetuoso", ha insistido García Seoane, que a la consigna de "ya" ha levantado a otras ocho personas que estaban junto a él y han empezado a proclamar: "Manos arriba, esto es un atraco".
Ante las acusaciones de su homólogo en Outes lo ha llamado "incompetente" o "ignorante" y ha calificado a todos los presentes de "sinvergüenzas" e "impresentables", mientras la seguridad de la Diputación retiraba a los que impedían el correcto desarrollo de la sesión.
