Denuncian que Cinexpo impidió llevar un bocata a una niña multialérgica

La empresa se escuda en su reglamento de régimen interno que indica la prohibición de acceder y consumir productos ajenos
Clara y Juan Carlos Rego con la documentación del caso. JAVIER CERVERA
photo_camera Clara y Juan Carlos Rojo con la documentación del caso. JAVIER CERVERA

Henara Rojo tiene nueve años y un informe médico que da fe de la amplia lista de sustancias a las que es alérgica y que podrían causarle un shock anafiláctico fatal. En su dieta están desterrados los colorantes alimentarios, así como pimiento, tomate, leche y derivados, huevo, gluten y miel, además de frutos secos, fresa y sal. Debe vigilar con lupa lo que come "y siempre va con su mochila con el táper y la medicación para tomar en caso de reacción alérgica. Ya le dieron tres shocks anafilácticos", explica Clara Rojo, su madre.

Es por eso que el pasado domingo, cuando acudió con su tío Juan Carlos, otros tres niños y tres adultos a ver una película a Cinexpo Vialia, llevó un bocadillo para merendar durante la proyección, a media tarde, aunque tanto él como el resto de acompañantes sí compraron comida y bebida en la cantina del cine. Pero el bocata no se lo dejaron pasar, aunque en un primer momento los empleados le dijeron que no debería haber problema. "Ellos actuaron muy bien, pero hablé con el encargado atentantemente para que le permitieran llevar su merienda e insistí en que leyera el informe médico con todas sus alergias", explica Juan Carlos, pero no atendieron su petición. "El encargado me mandó varias veces a la tienda, que ahí tenían productos sin gluten, sin pararse a ver el informe médico. El problema no es solo el gluten". "Y si fuera intolerante a la lactosa podría sentarle mal, pero es alérgica a la proteína de la leche de vaca, se puede morir", apunta Clara.

La familia de la pequeña presentó una reclamación en Consumo y también acudirá al Concello y al Valedor do Pobo

Indignado con el tratamiento recibido, Juan Carlos optó por dejar la merienda en una taquilla y al salir de la sala "le pregunté a la chica de la tienda, con el informe en la mano, si me podría vender algo de allí y me dijo que no, que se la jugaría". Otras veces sí pudieron entrar con su merienda adaptada. "Lo decimos por educación, vamos de legales y al final... Deberían hacer excepciones".

Así ocurrió con Anedia, la asociación de niños con diabetes, que hace tres años llegó a un acuerdo con Cinexpo, previa mediación de la Valedora do Pobo, para que estos usuarios pudieran acceder con su propia comida y medicación. De momento, apuntan, "no volvió a haber problemas, pero no nos sorprendió la llamada de esta familia, pues en otros sitios sigue habiendo estos problemas».

La familia interpuso una reclamación en Consumo y la empresa se escuda en su "reglamento de régimen interno, expuesto en lugares visibles del recinto, que indica la prohibición de acceso y consumo en las salas de productos ajenos al cine".

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