Opinión

Filósofo de la periferia

BYUNG-CHUL Han es una de esas personas que tienen su origen en lo que el Papa Francisco ha denominado las periferias, lo que sin duda ha influido en su manera de ver el mundo, y hace que sus ensayos sean auténticos best sellers que llevan meses en las lista de libros más vendidos.

Yo acabo de leer su última obra, 'La expulsión de lo distinto' (editorial Herder, 2017), y aún sin coincidir en algunos planteamientos con el autor, me parece una manera original, seria y en cierto modo hasta provocadora de explicar algunas de las inquietudes que preocupan a la sociedad actual, como el terrorismo, la globalización, o la obcecación por igualar a todos, con individuos que sienten pavor hacia el otro, el diferente (“estamos en la Red, pero no escuchamos al otro, solo hacemos ruido”). Además me ha parecido divertido leer cómo arremete contra quienes se atracan a series, se obsesionan con los selfies o se han convertido en lo que el autor denomina “megustáticos” y “retuíticos”.

Nacido en Seúl, la capital de Corea del Sur, donde estudió metalurgia, pronto llegó a la conclusión de que eso no era lo que le interesaba y con veintiún años emigró a Alemania para continuar sus estudios. En un principio no tenía ninguna intención de aproximarse a la filosofía, pues como él mismo afirma: “Cuando llegué a Alemania, ni siquiera conocía el nombre de Martin Heidegger. Yo quería estudiar literatura alemana. De filosofía no sabía nada”. Sin embargo, terminaría estudiando teología en la Universidad de Múnich y filosofía y literatura alemana en la Universidad de Friburgo, donde también haría su tesis doctoral sobre Heidegger, para incorporarse posteriormente como profesor al claustro de la Universidad de las Artes de Berlín. 

Con su particular estilo de escritura, frases cortas, casi telegráficas, pero muy profundas, pretende compendiar un discurso intelectual que lo conecta todo. Es autor de obras como 'La sociedad del cansancio', 'La sociedad de la transparencia', 'Psicopolítica' o 'La expulsión de lo distinto', que le han convertido en una de las figuras claves del pensamiento crítico actual. 

Se ha ganado una creciente atención en el campo de la filosofía moderna y se le considera uno de los más reconocidos analistas de los males que aquejan a la sociedad hiperconsumista y neoliberal, a partir de su elaborado análisis sobre la condición humana en el mundo global y digitalizado. Partiendo de su particular visión ha abordado temas como el papel de las TIC, el ejercicio del poder, o las enfermedades neuronales como sintomatología existencial y cultural de nuestra época, por citar algunos. Todo esto el filósofo lo expone con inteligencia, sencillez y a veces también cierta belleza, lo cual, debemos agradecer.

Por los temas que trata y por su asombrosa capacidad de síntesis muchos le señalan como uno de los filósofos más importantes de nuestra época, en buena medida porque sabe enlazar corrientes y autores decisivos de la filosofía del siglo XX con algunos de los problemas más urgentes de nuestra época, pues al tiempo que nos señala algunas de las situaciones subjetivas, sociales y humanas que merecen una reflexión urgente, muestra también el camino para emprender ese mismo proceso de crítica y cuestionamiento.

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