El fiscal rebaja la petición de cárcel para Marino Giménez de 12 a 3 años

El juicio por el intento de robo de un alijó a unos narcos quedó visto para sentencia
El juicio celebrado en la Audiencia de Pontevedra. EP
photo_camera El juicio celebrado en la Audiencia de Pontevedra. EP

El fiscal ha rebajado sustancialmente las penas que solicitaba para cuatro de los acusados de formar una banda que intentó robar un alijo de cocaína a unos narcotraficantes y que reconocieron los hechos en el juicio que ha acogido la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra y que ha quedado visto para sentencia.

Como ya adelantaba este miércoles Diario de Pontevedra, el ministerio público ha rebajado de 12 a 3 años la pena para el supuesto líder de la trama, Marino Giménez, hermano del rey de los gitanos de Galicia, Sinaí Giménez, y hasta un año y medio a otros dos acusados, tras aplicarles las atenuantes de dilaciones indebidas y confesión, y retirarles el cargo de pertenencia a grupo criminal.

El otro compinche de Marino Giménez no compareció en el juicio y está declarado en rebeldía.

El fiscal pide para el narcotraficante al que le intentaron arrebatar medio kilo de cocaína una pena de dos años por tráfico de drogas, con el agravante de reincidencia.

En cuanto al guardia civil que supuestamente colaboró con la banda en este operativo, el fiscal solicita siete años y medio de cárcel, al retirarle también la acusación de pertenencia a grupo criminal, y su inhabilitación por 15 años.

Este agente es el único de los procesados que se ratificó en su inocencia en la repetición de un juicio que ya se celebró en su día y cuya sentencia fue anulada por el Tribunal Supremo.

Según se recoge en el escrito de acusación, en enero de 2014 cinco encausados, que integraban un grupo con un "claro reparto" de funciones, y en el que Marino Giménez era el cabecilla, planearon asaltar a unos narcotraficantes y quitarles medio kilo de cocaína que luego distribuirían por su cuenta.

Para ello, simularon un control de la Guardia Civil en una gasolinera de Mos para interceptar a los narcotraficantes a los que perseguían para hacerse con la sustancia estupefaciente.

Allí, el agente imputado procedió a darles el alto utilizando un vehículo rotulado de la Guardia Civil, uniformado y exhibiendo su arma reglamentaria.

Estaba acompañado por otro agente, de quien la Fiscalía no ve acreditado que tuviera conocimiento de la actuación de su compañero.

En ese momento, agentes de la Policía Nacional que seguía los pasos de los asaltantes abortaron la operación detuvieron a los procesados. Ha sido a la cuarta tentativa cuando por fin se ha podido celebrar en la Audiencia de Pontevedra la repetición del juicio.

Antes hubo tres aplazamientos, en diciembre de 2019, cuando el abogado de uno de los acusados sufrió un accidente de tráfico; a comienzos del pasado marzo, cuando renunció in extremis el abogado de Marino Giménez; y en junio, forzada esta vez por la pandemia del coronavirus.

JUICIO ANULADO. En el anterior juicio, la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra impuso penas que iban desde los 4 hasta los 7 años y medio de prisión.

Sin embargo, el Tribunal Supremo anuló el fallo y ordenó retrotraer las actuaciones al trámite anterior al señalamiento de la vista oral y que se celebrara un nuevo juicio por un tribunal diferente.

El Supremo consideró que en este caso se vulneró el principio de imparcialidad, ya que los magistrados que los juzgaron y sentenciaron ya habían resuelto recursos durante la fase de instrucción, por lo que conocían el caso.

El Alto Tribunal señaló entonces que la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra supervisó en apelación ocho autos de la magistrada de instrucción y dictó cinco autos.

En tres de ellos intervinieron los mismos magistrados que integraron después la sala de enjuiciamiento, y en los otros dos autos resolvieron dos magistrados de los tres que juzgaron a los acusados. 

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