La Fiscalía brasileña acusa de homicidio a los dos policías acusados del asesinato del gallego Marcio Pérez, de 41 anos e hijo de emigrantes de Anceu, en Ponte Caldelas.
El suceso ocurrió el pasado 19 de septiembre en Salvador de Baía, cuando el descendiente de gallegos fue tiroteado por los agentes. El fiscal considera que los policías, que fueron detenidos en diciembre, cometieron un "homicidio cualificado". Según su relato, Marcio Pérez fue abordado por un coche de la Policía Militar que llevaba las luces largas y la sirena apagada.
Ante esa situación, la víctima creyó que era un asalto y huyó al volante de su coche. Los policías lo persiguieron y, cuando le dieron alcance, le dispararon. La bala le dio por la nuca y le causó la muerte.
La versión de los agentes es que le dispararon porque se dio a la fuga saltándose un control policial, pero la Fiscalía considera que si Marcio Pérez no se detuvo es porque creyó que iba a ser víctima de un asalto, al no reconocer el coche que lo mandaba detenerse como uno de la Policía.
El vehículo de este hombre originario de la parroquia de Anceu, donde está enterrado, acabó empotrándose contra un árbol y la mujer que lo acompañaba resultó herida, por lo que la Fiscalía también acusa a los agentes de un intento de homicidio.