Fomento prepara el terreno para iniciar las grandes infraestructuras de la A57

El Ministerio avanza en el movimiento de tierras y actuaciones de drenaje con vistas a comenzar la construcción de cuatro viaductos, cinco pasos superiores y dos inferiores en el tramo Vilaboa-A Hermida. La obra, presupuestada en 75 millones, finalizará en 2019
Una excavadora, este sábado, en el lugar de las obras que se están ejecutando en Marcón
photo_camera Una excavadora, este sábado, en el lugar de las obras que se están ejecutando en Marcón

El recién inaugurado año 2017 será clave en la ejecución de las obras de la circunvalación de Pontevedra, técnicamente denominada como A57. El Ministerio de Fomento prevé iniciar este ejercicio las grandes infraestructuras contempladas en el primer tramo de la carretera, el único que está actualmente en ejecución y que prevé conectar Vilaboa y A Ermida (Marcón).

Según informaron fuentes oficiales a este periódico, la adjudicataria, la empresa pontevedresa San José, avanzará en las próximas fechas con "los movimientos de tierra" y las operaciones de "drenaje" con vistas a "comenzar la ejecución de las estructuras proyectadas". Entre ellas, destaca la construcción de cuatro viaductos (sobre el río Pintos, el río Pobo, Rego do Barco y la línea de ferrocarril Pontevedra-Redondela) y cinco pasos superiores (de los que uno conllevará la reposición del paso del Camino Portugués a Santiago que hay sobre el ramal de conexión del enlace de Vilaboa). Además, están contemplados seis pasos inferiores.

Actualmente, los operarios están "identificando todos los servicios afectados" con la intención de llevar a cabo su "posterior reposición". De forma simultánea, trabajan en los movimientos de tierras, puesto que otra de las actuaciones más destacables de este primer tramo es la disposición de muros verdes para evitar que los taludes se desprendan por la ladera de la montaña.

Quedan por licitar dos tramos entre A Ermida y Curro para completar la futura circunvalación de Pontevedra

El Ministerio de Fomento mantiene "el programa de trabajos previsto", de forma que sigue sobre la mesa la previsión de finalizar el primer trayecto de la A57 en el primer trimestre de 2019. Cabe recordar que la obra fue adjudicada por un importe de 59.460.141,40 euros y un plazo de ejecución de 40 meses. Otros 11,3 millones fueron consignados para los cerca de 800 expropiados y 3,3 millones de euros fueron destinados a asistencias técnicas.

HÁNDICAPS. La carretera resultante medirá 6,5 kilómetros, contará con dos calzadas de dos carriles cada una y con arcenes ajustados a la normativa en vigor. Todo su recorrido está enmarcado en la futura Autovía del Atlántico, que prevé unir A Coruña con Vigo a coste cero para los usuarios.

Actualmente, el Ministerio de Fomento tiene pendiente de adjudicar los otros dos tramos de la circunvalación: A Ermida-Pilarteiros (cuya licitación estaba prevista para 2016) y Pilarteiros-Curro.

El departamento estatal prevé invertir en su ejecución cerca de 200 millones de euros. En los Presupuestos Generales del Estado de 2016 el Gobierno central reservó una partida de 20 millones para el primer tramo. Ahora falta por ver cuál será la consignación para este año, dado que los presupuestos de 2017 todavía están pendientes de aprobación.

DETRACTORES. El objetivo del Ministerio es que la A57 contribuya a "mejorar la movilidad del entorno metropolitano de Pontevedra al enlazar con la AP-9 y la N-550 en Barro y Curro, al Este con la N-541 en Mourente y finalmente, al Sur, con la AP-9, la N-550 y la N-554 en Vilaboa". También considera que la infraestructura "dotará de mayor accesibilidad a la zona Este de la ciudad, al Polígono Industrial del Campiño y a la plataforma logística de A Reigosa", además de contribuir a "disminuir la intensidad de tráfico en el acceso Sur a Pontevedra".

 Los técnicos están "identificando todos los servicios" afectados con vistas a su "posterior reposición"

Pese a todo, la obra suscitó desde un principio varios frentes de detractores. El primero fue el del colectivo Salvemos A Fracha, que llegó a poner contra las cuerdas el inicio de las obras por supuestas irregularidades en la tramitación ambiental de las obras. El caso llegó a manos de la Audiencia Nacional, que finalmente descartó la paralización cautelar de los trabajos, iniciados en octubre de 2015.

El colectivo Anova Terra, también demandó la paralización cautelar de los trabajos, tras hallar una serie de vestigios rupestres. Sin embargo, el Ministerio negó dicha solicitud asegurando que no había localizado ningún material de interés arqueológico en el lugar en el que se están ejecutando las obras de construcción.

El Pleno de Barro refrendó de forma unánime el rechazo institucional a la variante que defiende el Ministerio de Fomento para la A-57 a su paso por el municipio, al entender que es muy lesiva con el entorno, que provoca un gran impacto medioambiental y que vivide a la parroquia de Curro en dos partes, pese a los falsos túneles proyectados. La oposición fue informada al Ministerio, cuyos técnicos todavía no han dado a conocer el diseño definitivo.

Finalmente, Marea Pontevedra registró una moción en el Senado para debatir sobre la paralización "inmediata e definitiva" de las obras de construcción de la A-57, una infraestructura a la que se refieren como "mal chamada circunvalación de Pontevedra". La formación solicitó de forma simultánea la liberalización de la autopista AP9, aunque sin surtir el efecto deseado. La obra sigue en marcha.


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