El Concello de Poio dará un paso más en el próximo Pleno para cumplir con la Ley de Memoria Histórica y erradicar de su callejero uno de los vestigios más visibles del franquismo en el municipio: la Avenida Francisco Regalado de Combarro.
La jornada en la que se dará un primer paso oficial para este cambio, será, precisamente, el 23 de febrero, día en el que el Pleno aprobará, previsiblemente, la propuesta para renovar la nomenclatura de la calle que da acceso al interior de Combarro y a la zona portuaria.
Tal y como habían anunciado y tras recoger las propuestas de los colectivos locales, el vial pasará, una vez que se complete el trámite, a tener dos nombres. Así, será denominado Baixada a Chousa en el tramo inicial, desde el entronque con la PO-308 hasta la plaza y Paseo das Redeiras en toda la parte que da acceso al puerto deportivo y pesquero. Una vez que se consiga la aprobación plenaria, se realizará la tramitación administrativa pertinente. El Gobierno local considera que este cambio es un primer paso para avanzar en el cumplimiento de la ley, depurando los vestigios del franquismo tanto del callejero como del territorio.
En cuanto a loss nombres elegidos, la edil de Memoria Histórica y una de las responsables de promoción lingüística, Marga caldas, defiende la doble utilidad de cumplir con esta ley. Así, con la elección de Rúa Baixada á Chousa se está recuperando uno de los nombres tradicionales del lugar, algo que coincide con el objetivo de restaurar la toponimia propia de cada rincón del municipio en la medida de lo posible.
En cuanto a Rúa Paseo das Redeiras, Marga Caldas destaca que "como é sabido, esta profesión, desenvolta nun 84% por mulleres en toda Galicia, está a experimentar un envellecemento importante, por mor da falta de remuda xeracional. Este feito, sumado a que foron pioneiras no noso país na incorporación da muller ao mercado laboral, fai que apostemos por esta proposta, para darlle visibilidade a un traballo que, en moitos casos, resulta descoñecido e mesmo pouco valorado por parte da sociedade", indicó.
Francisco Regalado fue un militar de Ferrol, coetáneo de Franco, que le apoyó en la sublevación militar del 36 y que ostentó diversos cargos en la dictadura hasta alcanzar el de almirante y el mando de la flota. En el 45 fue nombrado ministro de la Marina y, tras retirarse, capitán general del Departamento Marítimo de Ferrol.
