Fuego cruzado a costa del GES

El PP considera una estrategia política la renuncia, mientras el PSOE y el BNG mantienen que la Xunta recurrió a Caldas porque ningún concello popular quiere gestionar este servicio
Juan Manuel Rey acompaña a Alfonso Rueda en su última visita a la localidad. GONZALO GARCÍA
photo_camera Juan Manuel Rey acompaña a Alfonso Rueda en su última visita a la localidad. GONZALO GARCÍA

PP, PSOE y BNG coinciden en la misma conclusión: que el Concello de Caldas de Reis hubiese renunciado a hacerse cargo del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) obedece a una estrategia política, pero los argumentos en los que fundamentan esta valoración son diametralmente opuestos.

Para el portavoz del grupo municipal del PP, Fernando Pérez, el origen del desenlace se explica por las presiones a las que fue sometido el alcalde, Juan Manuel Rey, por su partido, el PSOE, que está interesado en "torpedear" esta posibilidad pensando en los réditos que le pueda proporcionar en las elecciones autonómicas. "Forma parte de una estrategia del partido", afirma. "Es una china en el zapato del PP", agrega.

La presidenta de la Deputación, Carmela Silva, abre la puerta a que la financiación pueda ser mancomunada

Su homólogo del BNG, Manuel Fariña, recuerda que cuando fue creado, la Xunta de Galicia se lo otorgó al Concello de Valga, del PP, apelando a criterios técnicos, por lo que se pregunta el motivo del cambio, aunque afirma tenerlo muy claro: el alcalde, José María Bello Maneiro, utilizó a su personal para realizar tareas que correspondían a los trabajadores municipales (como denunciaron en varias ocasiones sus integrantes), y cuando reivindicaron sus derechos laborales, prescindió del GES. "Foi un criterio político que estivese alí", subraya.

El portavoz del grupo municipal del PSOE y teniente de alcalde de Caldas de Reis, Manuel González, recuerda que la Xunta de Galicia justificó su apuesta aludiendo a su situación geográfica, y recurre a la ironía para preguntarse si desde que fue puesto en marcha se movieron los marcos que delimitan los municipios.

El socialista mantiene que Caldas de Reis debería haber sido la ubicación del GES desde su puesta en marcha por ser el municipio mejor situado de los que cubre este servicio, y cree que la Xunta debería explicar en qué razones basa su cambio de criterio.

Pérez expone que el vínculo laboral de los efectivos del GES de Valga está extinguido, por lo que sostiene que la subrogación no supondría un problema, mientras que Fariña y González defienden la tesis contraria y apelan a un informe negativo de la Secretaría, que el nacionalista califica de "demoledor".

Respecto a la financiación, mientras los representantes del PSOE y del BNG entienden que deberían afrontarla los municipios que cuentan con el servicio del GES, el del PP apunta que las condiciones ya estaban establecidas previamente, no contemplan esta posibilidad, y son las mismas en todos los grupos de Galicia.

"No podemos estar así indefinidamente", dijo Pérez, y tanto Fariña como González señalan que la Xunta debería haberse adelantado a los acontecimientos si conocía las intenciones del alcalde de Valga de renunciar.

El conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, lamentó "que se perdera tanto tempo" y dijo que el Concello de Caldas acogió "con entusiasmo" la posibilidad de hacerse con el GES, para renunciar al este servicio.

También terció en el debate la presidenta de al Deputación, Carmela Silva, que calificó de "regalo envelenado" el GES, considera que Valga debería dar explicaciones y reivindica el derecho de Caldas de Reis de ponerlo en marcha en marcha con las manos libres, además de abrir la puerta a que su financiación sea mancomunada.

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