Opinión

Gato blanco, gato negro...

CUANDO FELIPE González regresó de un viaje a China popularizó en España la máxima de Deng Xiaoping "no importa que el gato sea blanco o negro; lo importante es que cace ratones", que era un canto al pragmatismo en la toma de decisiones de gobierno.

Líbreme Dios de santificar ese modo de proceder para alcanzar objetivos políticos o económicos al margen de cuales sean los medios. Pero la sentencia del dirigente reformista chino, que Tony Blair expresó diciendo "ya no hay política económica de izquierdas o de derechas, sino políticas económicas buenas o malas", es válido para algunas decisiones de carácter económico.

Como ocurre con los servicios municipales que funcionan razonablemente bien en manos de empresas privadas y ahora los gobiernos de la nueva política quieren rescatar para que vuelvan a ser gestionados directamente por los concellos.

Que la gestión esté a cargo del propio concello o de una empresa privada da igual, siempre que se den servicios con calidad, en el tiempo preciso y al menor coste

En el ecuador de la legislatura se están dando pasos en esa dirección. Hace pocos días, el gobierno de Santiago contó con el apoyo del BNG para que la grúa y la ORA sean gestionadas por el concello. Los nacionalistas justificaron su voto favorable "¡por una cuestión ideolóxica!", sin reparar si esos servicios mejoran, lo que indica que para la vieja izquierda, igual que para la nueva, un programa de gobierno de progreso debe incluir la fe ciega en lo público y el rechazo a lo privado.

Ese amor desmedido a la gestión pública no está justificado y seguro que no es compartido por los vecinos de Santiago, A Coruña, Ferrol, Lugo o Pontevedra a los que les interesa poco la municipalización de la grúa, la ORA y otros servicios. Lo que de verdad les importa es tener agua al abrir el grifo, pasear por calles limpias y libres de baches, que los parques y jardines estén lustrosos, que haya actividad atractiva en los centros culturales... 

Que la gestión esté a cargo del gato blanco municipal o del gato negro de una empresa privada les da igual, siempre que el gato cace el ratón de prestar servicios con calidad, en el tiempo preciso y al menor coste.

El gobierno de Compostela y sus homólogos de Ferrol y A Coruña harán lo que estimen oportuno. Pero antes de acometer esas operaciones de rescate, jurídica y técnicamente complejas, deberían leer lean el libro Remunicipalización. ¿Ciudades sin futuro?. Ramón Tamames, Valeriano Gómez y otros autores sostienen en sus reflexiones que dar a la gente el mejor servicio no pasa por su reversión a la gestión municipal.

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