El gesto que define a un líder

Marko Dzokic decidió jugar ante el Lalín pese a su lesión de menisco ►Sus compañeros valoran el gesto de un capitán con peso en el vestuario, implicado y muy racional
Marko Dzokic. BEATRIZ CÍSCAR
photo_camera Marko Dzokic. BEATRIZ CÍSCAR
Ha demostrado ser no solo un jugador ejemplar sino también un capitán de diez, de los que se parten la piel por su equipo y de los que jugarían con una rodilla que necesita cirugía para no dejar a sus compañeros cojos en una auténtica final.

A sus 29 años y, con tan solo dos temporadas vistiendo la camiseta azul, Dzokic ha sido capaz de coger el liderazgo de un equipo que le valora, le respeta y le admira. Capitán de esta nueva generación ha sabido llevarse a su terreno este nombramiento de la mejor manera posible actuando como tal en el vestuario, pero también fuera de él.

"No podía dejar pasar la oportunidad de estar ahí y echarles una mano en lo que pudiese", fueron sus primeras palabras después de que la bocina final del partido de su reaparición sonase.

Un gesto, una puesta en escena pese a su lesión, que no ha pasado desapercibido entre sus compañeros. "Tu implicación y compromiso con el equipo es de envidiar y halagar. Te has vuelto a vestir de corto y has vuelto con los mismos destellos de magia a los que nos mal acostumbras, poniendo la sangre fría en momentos clave", destacaba Cristian Remeseiro sobre la presencia en la pista del central. El extremo añadía también, en este mensaje al central, un agradecimiento: "Gracias, porque yo, como jugador, quiero en mi equipo a cien como tú. Gracias por volverte a partirte la cara con sólo una pierna".

Cristian Remeseiro. Extremo del Teucro
"Su compromiso con el equipo es de envidiar. Se ha vuelto a vestir de corto, poniendo la sangre fría en los momentos clave"

Sin embargo la del asturiano no fue la única reacción a un gesto de un capitán "racional e importante". Y es que Samu Pereiro, otro de los veteranos del equipo que ya compartió con él vestuario el año pasado, aseguró que "me sorprendió, pero él lo habló con el cuerpo técnico, es un jugador vital en nuestro juego y hay que valorar, y agradecer, el esfuerzo".

Una decisión que salió de él, de un jugador que no quería dejar pasar una sola oportunidad más de ayudar a un equipo de gente joven que tiene en él a un compañero y a un líder. Una decisión que, según destacó Irene Vilaboa "fue personal de él. Es un jugador que nos da mucha confianza y tiene la calidad que necesitamos".

Jacobo Río. Lateral del Teucro
"El año pasado no era capitán, pero aún así siempre estaba ahí para darte un consejo y para ayudarte"

LÍDER POR NATURALEZA. En su segunda temporada como jugador azul asumió el cargo de capitán, un rol que tal y como aseguran los que compartieron vestuario con él ya asumía el pasado curso, sin pisar a sus compañeros ni intentar destacar más que el resto.

"El año pasado entrenaba con él y no era capitán, pero aún así siempre estaba para darte un consejo y para ayudarte", destaca Jacobo Río, uno de los más jóvenes del vestuario que considera a Dzokic "una persona diez. A los jóvenes, que tenemos un rol más secundario, con menos experiencia, nos ayuda en los entrenamientos, nos da consejos. Como capitán es genial, pero como persona también".

Samu Pereiro. Lateral del Teucro
"Es un jugador con peso en el campo. Nos hace falta, tanto dentro como fuera. Es imprescindible"

Junto a él, otro de los veteranos del equipo es Samu Pereiro, no tanto por edad (tiene 23 años), pero sí por experiencia. El primera línea azul no duda al asegurar que el Dzokic "es un jugador con peso en el campo. Nos hace falta, tanto dentro como fuera. Es imprescindible".

A la hora de definirle como figura líder y capitán de la plantilla, destaca que es un jugador que sabe llevar al grupo y guiarle hacia los asuntos con importancia. Parte del trabajo de los veteranos reside en ser capaz de crear la unión con los más jóvenes y hacerles ver que están para competir y trabajar y eso "Marko lo hace bien, sabe diferenciar entre lo que es importante y lo que no. Le busca siempre la parte positiva a lo malo", afirma Pereiro que añade que el jugador balcánico es "muy racional", una cualidad que le hace "importantísimo".

La importancia de la unión es lo que Marko Dzokic intenta inculcar en un vestuario con caras nuevas, con mucha juventud y con poca experiencia. En menos de dos años naturales se ha convertido en el capitán de una plantilla que respeta su rol, pero que también se apoya en él para lo malo.

Un gesto heroico que define la personalidad de un líder espiritual que valora a cada uno de los compañeros y que no titubeó al dar un paso al frente para dejarse la piel por su equipo y demostrar que predica con lo expresa.

Irene Vilaboa. Entrenadora del Teucro
"Fue una decisión personal y es un jugador que nos da mucha confianza y tiene la calidad que necesitamos"

El Teucro, condenado a pelear por la salvación en la segunda fase

Las matemáticas ya no le dan posibilidades al Teucro para meterse entre los cinco primeros puestos de la clasificación, esas posiciones que dan opción a pelear por el ascenso a la Liga Asobal y certifican la permanencia en División de Honor Plata.

Tras el empate ante el Lalín, el conjunto pontevedrés suma 11 puntos en su casillero y, a falta de cuatro por disputarse (la próxima jornada jugará ante el Ibiza y tiene pendiente el partido ante el Bordils) el bloque azul está a cinco de distancia del Sporting Alicante, equipo que ocupa actualmente la última plaza que da opción a entrar en el grupo de arriba. Esto significa que el Teucro tendrá que pelear en la segunda fase por ser uno de los cinco equipos que consigan mantener la categoría.

Sin embargo, esto no quiere decir que el conjunto de Irene Vilaboa pueda centrarse ya en la segunda fase ya que el duelo ante el Bordils, que se disputará el 6 de marzo, es vital para esta segunda fase, a la cual se arrastrarán los puntos de los enfrentamientos directos y dependiendo de los puntos que consiga comenzará con más o menos ventaja. Ahora mismos pasaría con un total de 8 puntos, a falta de esos dos que hay en juego.

El Teucro y otros nueve equipos pelearán por la salvación. En el Grupo B ya están las cinco plazas asignadas, por lo que el conjunto azul ya conoce a sus cinco rivales: Málaga, Amenabar, Zamora, Ikasa y Trapagaran. Ante ellos los azules disputarán un total de diez jornadas para conseguir la preciada permanencia.

La situación en el Grupo A no está todavía definida ya que aún queda una plaza de la zona alta en juego a la que, a día de hoy, pueden optar tres conjuntos. Por el momento, junto al Teucro, Bordils y Sant Martí tienen el mismo destino.

El Lalín y el Unió Sarrià ocupan, actualmente, la sexta y séptima plaza, pero ambos tienen opciones matemáticas de ocupar la quinta plaza que pertenece al Sporting Alicante, el único que depende de sí mismo para conseguirla.

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