Opinión

Gripes y malas digestiones

Huston, tenemos un problema. Tomo la frase pronunciada por el astronauta Jack Swigert en aquel accidentado viaje del Apolo 13 en abril de 1970 para ponerles en situación de lo que les voy a contar. La cosa va del espacio (de Internet, para ser más precisos) y de problemas, en este caso, con las redes sociales. Se habrán enterado, y si no, les cuento, que la red social Instagram ha eliminado las fotos de un cocido subidas por un vigués por "violencia gráfica". Como lo oyen. No, no miren el calendario, no es 28 de diciembre y ustedes no son santos inocentes. No es broma. En Lalín están que trinan, y no es para menos, con tal ofensa a su fiesta gastronómica por excelencia. 

El alcalde de Lalín, Rafael CuiñaImagínense cuantas cuentas se tendrían que cerrar de aquí a primavera por cada instantánea que se tome en Deza, o en todo el mundo vaya, que el cocido es universal, por presumir de garbanzos, chorizos, cachucha o grelos olla o plato en mesa. Las reacciones no se han hecho esperar desde la capital dezana. El propio exalcalde, Rafael Cuíña, que saben que es asiduo a las redes, y al cocido, pidió a Jesucristo que lo llevase pronto, nada más conocer la noticia del arresto de Instagram. Y, ojo, que abrió el debate. "Se unha foto dun cocido galego é violencia gráfica, cando suban a do carneiro ao espeto, acabamos todos en Alcalá Meco", comentó. Espero que quien quiera que sea el que domine la red reina de las fotos haya pasado por alto este apunte de Cuíña. No quisiera que la prohibición se extienda a la fiesta de Moraña, con el consiguiente disgusto para todos los amigos que tengo allí, la primera, su alcaldesa, Luisa Piñeiro

El cocido luce en las fotos, pero, sobre todo, en el plato, y más en estos días de frío y lluvia. Me ha entrado hambre. Me lo apunto de comida para mañana, pero no compartiré foto. Instagram no digiere el cocido. 

Ahora que empieza a refrescar, especialmente cuando no luce el sol, hay que tener cuidado con la gripe. Es muy importante vacunarse y eso lo sabe el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, que sabe dar ejemplo. El regidor con los ojos más bonitos de las Rías Baixas aprovechó la visita que realizó el gerente de la EOXI de Pontevedra, José Ramón Gómez, al Centro de Saúde de Baltar para ponerse la pertinente inyección. Sé que hay mucha gente a la que las agujas les causan pánico (yo misma a veces me mareo cuando me toca vacunarme), pero Telmo no perdió la sonrisa en ningún momento. Agujitas a él... Después, explicó que esta inyección seguramente le vendrá muy bien para estar muy sano durante el invierno, lo que le ayudará "a continuar traballando para os veciños de Sanxenxo". Es pura energía este hombre.

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