La Guardia Civil asegura que los padres de Gabriel no sabían que Quezada era sospechosa

"Comunicamos que estaban investigando a todo el mundo, para que no focalizaran en nadie", apuntan los investigadores

Los padres de Gabriel Cruz, en el funeral del pequeño. RICARDO GARCÍA (EFE)
photo_camera Los padres de Gabriel Cruz, en el funeral del pequeño. RICARDO GARCÍA (EFE)

Ángel Cruz y Patricia Ramírez, padres de Gabriel, nunca supieron que la autora confesa de la muerte del niño era la principal sospechosa para los investigadores hasta que fue detenida con el cadáver del menor en el maletero de su coche en Vícar (Almería).

Así lo han apuntado este jueves el teniente coronel Jefe Accidental de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, José Hernández Mosquera, y el comandante de Unidad Central Operativa (Uco) Jesús Reina, en una rueda de prensa en la que han ofrecido los principales datos de la operación Nemo.

Ambos han confirmado que no se trasladó este dato a los progenitores aunque sí que se estaba investigando al entorno familiar y que se estaban recabando manifestaciones de sus miembros en diferentes momentos.

"Si alguien sospechaba, las sospechas no nos conciernen, tenemos que trabajar buscando pruebas, las sospechas no valen para nada. Sí como información para ir valorando en una investigación", ha dicho Reina.

"Si alguien sospechaba, las sospechas no nos conciernen, tenemos que trabajar buscando pruebas"

"Comunicamos que estaban investigando a todo el mundo, para que no focalizaran en nadie. Pedimos naturalidad para que ella (Ana Julia) pudiera cometer un movimiento" que llevase hasta el niño, ha explicado Reina.

Y es que la detenida por delitos de detención ilegal y asesinato creó una farsa en general para cubrir sus pasos. "Todo era una farsa. Delante de los medios, farsa. Cada vez que alguien iba al cortijo de Rodalquilar, farsa. Todo era una cobertura, era su forma de intentar desviar la atención sobre ella", ha dicho.

De hecho, la colocación de la camiseta interior que llevaba puesta el niño Gabriel el 27 de febrero cuando desapareció en Las Hortichuelas Bajas de Níjar (Almería), en un punto próximo a la residencia de un novio al que ya había señalado, también pudo formar parte de esa cobertura.

Sin embargo este movimiento fue su perdición porque la Guardia Civil tenía constatado que esa misma mañana había pasado por la zona un equipo de búsqueda, lo que les llevó a pensar que fue ella la que la colocó allí. "Estaba ligeramente húmeda, había llovido los días anteriores, de la humedad y de la propia humedad de la noche hubiera estado más mojada", ha dicho Hernández Mosquera.