La Guardia Civil realizó en la madrugada de este sábado una inspección nocturna en tres negocios de hostelería de O Grove, entre ellos, el Náutico de San Vicente do Mar. La entrada de los agentes pilló por sorpresa a la clientela de este último local, situado frente a la playa de A Barrosa. Decenas de personas se preparaban para escuchar el concierto que a la una de la madrugada iban a dar Rubén Pozo y Lichis cuando la Benemérita entró por la puerta. Pasaban 35 minutos de las doce.
Responsables del instituto armado confirmaron a Diario de Pontevedra que el operativo se enmarca dentro de los controles periódicos que se realizan en puntos de gran afluencia de gente. El dispositivo, en el que participaron cuatro patrullas de la Guardia Civil, se cerró con la detección de "diferentes infracciones administrativas". Por el momento se desconoce el alcance de las mismas y a qué locales afectan.
El propietario del Náutico asegura que estas revisiones son "habituales" y no afectan a la actividad de su negocio
El propietario del Náutico, Miguel de la Cierva, explicó ayer a este periódico que estas revisiones son "habituales" y que su puesta en marcha no afectó a la actividad de su negocio. Su programación musical continuará con normalidad, tal y como confirmó el dueño del que está considerado como "el refugio de los músicos".
CONTROLES EN POIO
El de O Grove no fue el único operativo de seguridad que la Benemérita llevó a cabo este fin de semana en la comarca. El viernes pasado, Poio fue objeto de un amplio control en distintas rotondas del municipio, que desde el pasado día 21 de agosto celebra la Festa do Mar y desde el 23 el Armadiña Rock, un festival que ha colapsado Combarro.
