"Hai tensións internas que só se resolverán con traslados"

La ruptura de la unión sindical ha abierto un "cisma irreparable" entre compañeros ▶"Raiáronme o coche e denuncieuno á Policía"

Nilo Fernández abandona la sala de votaciones entre los abucheos y reproches de sus compañeros. DAVID FREIRE
photo_camera Nilo Fernández abandona la sala de votaciones entre los abucheos y reproches de sus compañeros. DAVID FREIRE

Las elecciones sindicales en Xustiza están a la vuelta de la esquina y a nadie escapa que quien se lleve los favores de los funcionarios en este pulso con la Xunta acabará dirigiendo los comités de personal. UGT, CC OO, CSIF y SPJ-USO hicieron una apuesta arriesgada: negociar con la Xunta a espaldas de sus –hasta entonces- socios en el comité de huelga. Confiaban en que las urnas refrendasen este viernes el órdago, aún a costa de abrir profundas heridas entre los trabajadores. Y aunque tenían todos los números de la ruleta, la bolita cayó en el 0.

Ante este inesperado revés, los sindicalistas que apoyaron el preacuerdo con la Xunta se encuentran ahora en una situación más que complicada. Insostenible en algunos casos, pues la huelga continúa pero ellos han perdido toda la confianza (y lo que es peor, el respeto) de sus compañeros.

"Hai tensións en certos xulgados que non se van solucionar máis que cun concurso de traslados, porque hai xente que deixou de respetar as decisións dos seus compañeiros e ós seus propios compañeiros. En certos sitios hai un ambiente moi malo que non se resolverá ata que uns compañeiros marchen dun xulgado para outro. O ambiente vai quedar moi caldeado, pase o que pase no escrutinio", vaticinaba Nilo Fernández, portavoz de SPJ-USO.

A los pocos minutos de estas declaraciones, el sindicalista presentaba una denuncia en Comisaría porque "uns descoñecidos" le habían rayado su coche, estacionado a la puerta del edificio judicial. "Tiven que denuncialo, isto non se pode tolerar", explicó.

No era el único que auguraba un "cisma irreparable entre compañeros", como aludían algunos críticos con el preacuerdo. "Vai haber un cisma importante no propio Xulgado e a nivel localidades", apuntaba Enrique Araújo, representante de STAJ.

Más conciliador se mostrababa Manuel Valle, portavoz de CSIF: "Espero que todo esto no genere una herida que tarde en cicatrizar. Lo único que se buscaba era que se pronunciasen los trabajadores, no las centrales sindicales, que a veces, por lejanía con el trabajador pueden perder el norte. Hay un momento en la vida en que hay que mojarse y decidir".