Opinión

Haz que paseas

No ha sido el arranque de campaña soñado por el PSOE: ayer por la tarde se confirmaba el fallecimiento de Alfredo Pérez Rubalcaba, un mazazo sentimental para las huestes socialistas y para la vida pública en general, cada día más necesitada de verdaderos referentes y sentido de Estado. En una de sus últimas entrevistas, publicada por El País en 2018, Rubalcaba resumía la hostilidad que ahora mismo reina en la política española con su habitual precisión y explosividad: “Perro muerde a perro”. En cuanto logren desterrar la tristeza por su pérdida, el socialismo se encontrará ante el reto de saber rentabilizar su enorme legado.

En Pontevedra, esa responsabilidad recaerá sobre los hombros de un Tino Fernández que repite como candidato en el mejor momento posible. Los resultados en las últimas elecciones generales dejaron un mapa de la ciudad teñido de rojo y en ese caladero tratará de arañar votos un PSOE que aspira a convertirse en el principal partido de la oposición. Ni siquiera la presión ejercida por CC.OO respecto al futuro de ENCE parece haber hecho mella en unas expectativas de voto que mejoran sustancialmente su anterior posición en la corporación municipal. Si se les pregunta directamente, responderán que salen a ganar –como todos-, pero si son capaces de confirmar los mejores augurios bien podrá Fernández abrir una botella de Eduardo I para celebrar el éxito.

Llama la atención, de su estrategia electoral, esa apuesta decidida por el cara a cara, por recorrer a pie las calles de la ciudad en busca de una confianza que difícilmente se granjería gracias a la publicidad estática. El candidato Fernández acumula un buen número de virtudes pero la fotogenino es una de ellas. Si a Sánchez le bastó con su mirada Acero Azul y un lema tan sugerente como ‘Haz que pase’, a Tino no le queda otra que fajarse sobre el asfalto, estrechar manos, abrazar ancianitas y besar recién nacidos a granel. Entregarse, en definitiva, al ‘Haz que paseas’ y mostrar su mejor cara, esa que no aciertan a captar las sesiones fotográficas.

"El que nos vota ya lo conoce y el que no, también", me confesaba hace pocas semanas una destacada militante socialista. Todavía no tengo claro si aquello pretendía ser un elogio o una crítica al candidato pero, dadas las circunstancias, quizás convenga remitirse a las palabras de Rubalcaba. Y es que ese, precisamente, podría ser el mayor hándicap para Tino Fernández en estas municipales: que PSOE–como tantas otras veces- no termine mordiendo a PSOE.

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