Opinión

Híbrido

Tanto vale para forzar la investidura —arrastrar a Pablo Iglesias y Unidas Podemos a hacer posible que Pedro Sánchez siga como presidente—, como puede verse en toda lógica un orquestado acto de campaña electoral. Una presentación del programa común para la izquierda, que sirve para septiembre o para noviembre. ¿Hacía falta para esas 370 tesis reunirse con lo que llaman sociedad civil? Sirvió para su propaganda a lo largo del verano. Es, además, una pregunta lógica si lo que se produjo fue la suma de programas para cargarse de razón ante Podemos. Dicen que es la coincidencia programática. ¿Qué impide pues la coalición gubernamental?

La condición de híbrido es una interpretación repetida en los comentarios de este miércoles sobre el acto de Pedro Sánchez y sus 370 tesis, conocidas como propuestas. Tanto puede mover el motor de los apoyos a la investidura como sirven para llamar a los ciudadanos a que le voten en noviembre. Un acto bien montado en toda su parafernalia, bien planificado, descaradamente electoral, con independencia de que haya o no investidura en este mes de septiembre. Con independencia o no de que dispararía el déficit cuando se anuncian malos tiempos. Llevamos cuatro elecciones generales en cuatro años. Anuncian y se ven —como los malos datos del paro en agosto—, señales de recesión económica. No están curadas todavía, ni mucho menos, las heridas de la anterior crisis. Este escenario actual y con la programación de preocupaciones para el otoño, desde el Brexit a la sentencia del procés, no parece el mejor marco para que un país repita elecciones.

Anuncian y se ven –como los malos datos del paro en agosto–, señales de recesión económica. No están curadas todavía, ni mucho menos, las heridas de la anterior crisis

La previsión es que podría cambiar algo. O eso es lo que se dice sobre los pronósticos demoscópicos, buenos, para Pedro Sánchez, al que además tradicionalmente acompaña la suerte. Tentarla demasiado es un riesgo elevado aunque el fantasma, o la realidad, de la corrupción se presente en la puerta popular de Pablo Casado. Con los avales de Esperanza Aguirre y el manual ideológico de las Faes la derecha no suma.

Los actos híbridos, como el de Pedro Sánchez, en política no garantizan necesariamente un menor consumo para ganar las elecciones. La ciudadanía pudiera estar con otros intereses y otras preocupaciones, como las del dato del paro en agosto.

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